Carta del Director/Luz de cobre

Las obras del AVE a todo tren

El dinero ahora llega y fluye a las empresas que hacen las obras y las aceleran en la misma medida que hay que justificar los fondos a la UE

Ha costado sangre, sudor y lágrimas. Han sido años muy duros, de permanente reivindicación, de agotar vías y recursos para hacer comprender al Gobierno de turno de la necesidad de que Almería disponga de un tren que nos lleve del siglo XIX al XXI lo antes posible. Y estamos en camino. He sido, lo reconozco, una china en el zapato permanente de aquellos que nos han gobernado en los últimos 30 años. No he cesado un solo día, me ha dado igual el color político de pedir coherencia, criterio y fondos para que esta tierra no llegue la última al tren.

Hace unos días este periódico realizaba una visita guiada a las obras y pudimos comprobar, ahora si es cierto, que han cogido velocidad de crucero. Donde antes podíamos encontrar un señor con un carrillo de mano para no dar la sensación de paralización vemos ahora doscientos operarios. Y me congratulo por ello.Al César lo que es del César. El dinero ahora llega y fluye a las empresas que hacen las obras y las aceleran en la misma medida que hay que justificar los fondos ante la Unión Europea. Parece, sólo parece. Aquí nunca se pueden lanzar las campanas al vuelo, que la vía que llevará el tren a Madrid en un tiempo razonable ya es imparable. Atrás, quiero pensar, que han quedado los malos momentos, las justificaciones vacías y huecas y se ha dado paso a lo que esta tierra demandaba desde hace decenios.

Bien está lo que bien acaba. Pero no podemos ni debemos dar por amortizada la obra y ahora a buscar una nueva reivindicación. Sería un error por nuestra parte. Hasta que el tren no surque las vías vamos a estar expectantes y y ojo avizor para supervisar cada paso.

Les digo esto por lo que está ocurriendo con las obras del soterramiento de las vías a su llegada la capital y las pegas permanentes que la administración andaluza está poniendo a la firma del acuerdo. Empiezo a detectar cierta aquiescencia por parte de la administración municipal, cierta serenidad y no ser lo contundentes y reivindicativos que otrora hemos escuchado que iba a suceder.

Los distintos tramos del AVE pueden ir como un tiro. Perece que es así. Sin embargo echo de menos un mayor compromiso de las partes implicadas en el soterramiento de las vías para caminar en la senda de la celeridad. No quiero pensar que todo se ha ido dilatando a la espera de las elecciones generales. Pues bien, votar ya se votó, en breve habrá un nuevo gobierno que debe impulsar el convenio para que el inicio de las obras y el impulso de los trabajos vaya en la misma línea y paralelo al de los distintos tramos. Todo lo que no sea avanzar en ese camino, mucho me temo que será sumar meses de retraso a uno de los proyectos más importantes de transformación que va a experimentar la provincia y la capital en los últimos siglos. Será, para que se hagan una idea, saltar en el vacío dos siglos y encontrarte con el futuro.

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