La Armada ha celebrado hoy en San Fernando su tradicional bendición del mar, una ceremonia que realiza anualmente desde 1755. El acto ha estado presidido por el almirante de la Flota, Eugenio Díaz del Río Jáudenes.

Díaz del Río ha estado acompañado por el vicealmirante jefe del Arsenal de Cádiz, Rubén Rodríguez Peña; el general de división comandante general de la Infantería de Marina, Rafael Roldán Tudela; el contralmirante jefe de la Base Naval de La Carraca, Juan Antonio Cornago Diufaín; y diversas personalidades y autoridades.

Desde la Armada se recuerda que la bendición del mar se remonta al voto que hizo la Institución en 1755 para solemnizar el escaso efecto que tuvo el maremoto que siguió al conocido como el Terremoto de Lisboa sobre la entonces Real Isla de León y, en particular, sobre el Arsenal de La Carraca.

La procesión regresa a la iglesia del Rosario, tras la bendición del mar en el muelle de La Carraca.

El día 1 de noviembre de 1755, festividad de Todos los Santos, sobre las 9:30 de la mañana, se originó, a unos 250 kilómetros de la costa portuguesa, un gran seísmo que provocó un inmenso movimiento de mar. Este maremoto llegó a inundar, con sus devastadoras consecuencias, numerosas ciudades de la costa de Huelva y Cádiz. En la ciudad de Cádiz las olas rompieron las murallas portuarias y el mar invadió la ciudad en tres ocasiones, falleciendo, como consecuencia, decenas de personas. Asimismo, se inundaron parajes tan conocidos como la Caleta y las dos puertas de la ciudad, la Puerta del Mar y la Puerta de Tierra. En Chiclana, Sanlúcar de Barrameda, Rota, El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera hubo cuantiosas víctimas y desperfectos.

En la Isla de León (actualmente, San Fernando) no se produjeron daños materiales de gran importancia, pero su población fue consciente del evidente peligro que corría la ciudad por su proximidad a Cádiz. Tras este desastre natural y dado que La Isla y sus habitantes se habían salvado de la catástrofe, la Armada hizo voto solemne de celebrar la bendición de las aguas como muestra de gratitud.

Así, la Base Naval de La Carraca ha vivido una jornada de extraordinaria tradición e historia. El acto ha finalizado con el tradicional desfile militar que cierra cualquier acto castrense. Dentro de acto se ha desarrollado la misa votiva, ofrendada por el vicario episcopal de la Armada,Vicente Hernández Chumillas; la procesión hasta los muelles para el acto de bendición y la vuelta en procesión de nuevo a la iglesia. A continuación, se ha entonado la Salve Marinera.

Esta ceremonia se ha convertido en uno de los actos más simbólicos de la ciudad de San Fernando al que acude una representación de la Corporación Municipal, como la tercera teniente de alcaldesa en funciones, Regla Moreno. También ha asistido una representación de la corte de salineras ataviada con el traje típico isleño.