Un recorrido cubierto de romero, alfombras de sal y altares tenía por delante la procesión del Corpus Christi por el centro de la ciudad. Y donde no destacaba la decoración lo hacía la ciudadanía: mayores, jóvenes y niños que se volcaban con la celebración y con el cortejo, numeroso, como multitudinaria era esta asistencia de los isleños.

Bajo un sol de justicia aguardaba un gran número de personas en la Plaza de la Iglesia la apertura de las puertas de la Iglesia Mayor tras la eucaristía que en el interior del templo acababa de terminar. La comitiva la encabezaba la agrupación musical Lágrimas de Dolores, a la que seguía la hermandad de San José Obrero, Patrón de la ciudad. Tras el paso caminaban los habituales niños y niñas vestidos de Comunión, a los que muchos asistentes les gusta ver pasar. Lo reconocían algunas personas, sorprendidas por habérselos perdido cuando se acercaban a ver la procesión.

La hermandad de la Virgen del Carmen –que tras su acompañamiento en la procesión eucarística iniciaba su peregrinación por los distintos templos de la ciudad por su 325 aniversario fundacional– contaba con una comitiva extensa. Como la Custodia, delante y detrás. Así detrás de la Patrona de la ciudad y de la Armada estaba la representación de las hermandades sacramentales. Había asociaciones civiles. Estaba la Adoración Perpetua, o Servitas. No faltaban responsables de la Policía Local y de la Policía Nacional, del Ejército de Tierra y de la Armada. La Academia de San Romualdo, la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FLAMPA), la Asociación Isleña de Hostelería y Turismo (Asihtur), San Romualdo y las salineras de 2023. El clero de la ciudad también estaba presente en el cortejo, como el Consejo Local de Hermandades y Cofradías.

A pocos metros de la salida de la Iglesia Mayor, en el primer tramo del recorrido, el cortejo de esta procesión del Corpus Christi ya pasaba delante de alguno de los altares que se habían montado a lo largo del itinerario. Hasta tres había tras superar la Plaza de la Iglesia hasta la puerta del Teatro de Las Cortes. Más adelante se sucederían estos altares y varias alfombras coloridas y con distintas formas y motivos eucarísticos, situadas en el suelo también en forma de rombos encadenados. No sin antes avanzar sobre una alfombra de romero, que daba color ante un Ayuntamiento adornado para la ocasión, y también mucho olor. Los ganadores del XI Concurso de Altares han sido la hermandad de Columna, la archicofradía sacramental de Medinaceli y la orden Seglar de los Siervos de María, en ese orden. El III Concurso de Alfombras ha premiado a la hermandad del Prendimiento (primero) y a la hermandad de Cristo Rey (segundo).

La Custodia bien arropada por los isleños en todo el recorrido y por la comitiva previa también contaba con un cortejo posterior conformado con algunos miembros de la corporación municipal saliente, el acompañamiento de la unidad de música del Tercio Sur y una sección de Infantería de Marina para cerrar la comitiva.