Casi Navidad

No es y al mismo tiempo es. Nadie se resiste a celebrar la fiesta pagana de las luces y las compras

No es y al mismo tiempo es. Nadie se resiste a celebrar la fiesta pagana de las luces y las compras. En Navidad te apetece comprar mucho y por eso es el período festivo más popular. Fiesta, chupitos, copas, comidas, jarana, confettis, botellones, cogorzas, gambas, cigalas, langostinos, trajes de fiesta, año nuevo, miles de millones de bombillas despidiendo para siempre en forma de calor toda la energía que nunca volverá según la primera ley de la termodinámica, ahora, cuando la crisis energética nos envuelve. Los tontos de capirote justifican los excesos hablando de saturnales y filosofías. Matasuegras y sombreros para cabezas de chorlito y espumillones. Tiendas y más tiendas con sacos y sacos de objetos cachivaches para que se vea desde lejos que pones más adornos y más lucecitas. Cenas pantagruélicas, antifaces y trompetillas. Reyes, papanoeles y amigos invisibles si todos se regalan a todos necesitamos más camiones de regalos, dulces navideños y atracones perfectos. El gorro rojo de la coca-cola. Belenes donde ya no vale si se celebra o qué se celebra, sino si el belén es el más grande, el más elaborado, el más costoso y el que ocupa más metros. Dickensianas navidades peliculeras, quién tira a la basura más caramelos, cuál es la cabalgata más ostentosa y quien y quien no se gasta más dinero. Días festivos que embelesan a los amantes de las vacaciones, eternos puentes porque yo lo valgo, días grises sin montañas nevadas, cuánto vas a comer, cuándo vas a comer, qué vas a comer. Necesitamos otro centro comercial, más centros comerciales, más abiertos. Quema la tarjeta de crédito en la pira del datáfono, acaricia su superficie magnética y haz más comidas. Comidas sobre comidas y discoteca after. Jesús, es decir Dios nacerá de todos modos como pondrán otra vez las mismas películas mientras estamos atentos al sorteo de Navidad. Este año no habrá milagro y si habrá chichines. Rojo pasión Navidad presidirá la cena. Sigue siendo sin serlo, ya ha llegado sin llegar y ya se ha ido sin venir. Rugen las trompetas de los altavoces cantan villancicos machaconamente. Alabado sea todo lo que haga chasquear indefinidamente los datáfonos y mueva las cuentas corrientes sin hogaza de pascua. Regalos electrónicos que ya no existen, solo están. Las uvas de la ira tomadas con las campanadas a medianoche, bebe el brut, mira en la televisión el programa más cansino de todo el año.

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