El Ayuntamiento ya tiene plan para el Castillo de San Sebastián. No es un plan definitivo, pero sí el inicio de un cambio de rumbo; y, lo más importante, la resurrección del uso que tuvo el viejo equipamiento militar antes de cerrar sus puertas hace años sin que ninguna administración quisiera hacerse cargo de su atención y gestión. El alcalde, Bruno García, ha trasladado su intención, su firme deseo, de abrir de nuevo las puertas del castillo “lo antes posible”.

En esos términos se ha dirigido a este periódico, en un momento en que las obras de emergencia que está realizando Costas en algunos paños de muralla de la zona de la Avanzada y del puente que la une al castillo están próximas a su fin mientras el interior de todo el recinto sigue resistiendo al paso del tiempo sin que se decida qué uso dar y cómo aprovechar ese atractivo histórico y patrimonial que tiene la ciudad.

De hecho, Bruno García ha avanzado a este medio su intención de reunirse en los próximos días con la subdelegada del Gobierno, Blanca Flores, para buscar un acuerdo entre la administración estatal y la local para poner de nuevo en marcha San Sebastián.

En una primera fase, el objetivo que se marca el gobierno local es simplemente abrir las puertas del castillo, permitir de nuevo que todo el recinto pueda ser visitado, que la gente pueda conocer las edificaciones del interior, plantarse a los pies del emblemático faro de la Caleta y pasear por donde décadas atrás realizaban sus ejercicios y formación los militares, y más recientemente se celebraban conciertos en torno al Bicentenario de la Constitución de 1812 o trabajaban alumnos y profesores del Ceimar.

Para esta apertura del castillo, es consciente el Ayuntamiento de que tendrá que acometer una serie de obras de adecentamiento dentro de la fortaleza, para que esté en condiciones óptimas de cara a esa reapertura y el uso y tránsito de personas por el interior. No en vano, son muchos años ya desde que cerró sus puertas sin que se haya hecho ninguna labor de mantenimiento dentro, como demuestran los hierbajos crecidos en todas las parcelas y otros desperfectos propios de la inactividad a la que está sometido el castillo desde el año 2018.

Pese a ello, es cierto que las condiciones no parecen revestir ninguna gravedad y peligro, sobre todo una vez que finalice la rehabilitación del arco situado en el puente que conecta la primera isla, el castillo propiamente dicho, con la segunda, la Avanzada. Rehabilitación que está acometiendo Costas, que también ha recuperado un muro interior y una garita que estaba prácticamente perdida y ha podido ser rescatada a tiempo en la Avanzada.

El plan de futuro

La reapertura que el Ayuntamiento quiere acelerar podría ir seguida de determinados atractivos culturales o de ocio que no harían sino reforzar el uso ciudadano del castillo. Todo ello a expensas de plantear los usos futuros o definitivos de San Sebastián; y en este punto, conviene recordar que entraría en juego ese concurso de ideas que el Pleno municipal aprobó convocar el pasado mes de julio y que está pendiente de que el gobierno arbitre las medidas, requisitos, condiciones y demás cuestiones relacionadas con este concurso público que buscaría conseguir ideas que puedan marcar el futuro de San Sebastián.

Por tanto, la hoja de ruta que se marca el alcalde es reabrir en cuanto sea posible el castillo; y ya, una vez abierto, explorar las opciones que le pueda dar a la ciudad en el futuro. Para todo ello, será fundamental el acuerdo con el Gobierno estatal, que es la administración que a día de hoy tiene el castillo, que en su día fue cedido al Ayuntamiento y que volvió a manos estatales ante la exigencia del anterior gobierno municipal de quedarse con San Sebastián solo cuando estuviera completamente rehabilitado por el Estado. Por medio, hay que señalar también el trasvase de la fortaleza de la Demarcación de Costas a la Dirección de Patrimonio Histórico, que es quien lo posee en la actualidad.

En este reencuentro entre Estado y Ayuntamiento que va a plantear Bruno García, hay que recordar el convenio que en el pasado mantuvieron el Gobierno de España y el municipal, poniendo cada uno 150.000 euros al año para hacer obras de rehabilitación y de mantenimiento en el castillo; convenio que estuvo en vigor hasta 2014 y que ahora podría querer rescatar el alcalde para evitar el deterioro de la antigua fortaleza al tiempo que para volver a ponerlo a disposición de la ciudadanía.

Al margen de ese posible acuerdo entre las dos administraciones, hay que tener en cuenta que la posibilidad de reabrir San Sebastián conllevaría una partida económica que se necesita para ejecutar el adecentamiento que necesita todo el interior para su apertura y los posteriores gastos relacionados con la vigilancia y seguridad, limpieza o iluminación del recinto una vez esté abierto al público. Algo que Bruno García insiste que quiere conseguir cuanto antes, cumpliendo así un compromiso que lanzó durante la pasada campaña electoral.