Cádiz

Uno de los mejores miradores de Cádiz al Océano Atlántico sigue abandonado

Estado del mirador del Campo del Sur. / D. C.

Desde pocos lugares públicos se puede disfrutar en el casco histórico de Cádiz desde cierta altura de las impresionantes vistas de la inmensidad del Océano Atlántico que ofrece Cádiz. Una de ellas es la plaza mirador situada en la cubierta del pabellón deportivo del colegio La Salle-Mirandilla, dedicada a la Constitución de 1812, situada a escasos metros del Teatro Romano y del Espacio Entrecatedrales, el otro gran balcón que se levanta a mar abierto en pleno Campo del Sur.

Este privilegiado espacio parece condenado al más absoluto de los abandonos, como se puede constatar en el vídeo y en las fotos que acompañan esta información. Las malas hierbas se abren paso entre los adoquines, pintadas que nada tienen que ver con el arte urbano emborronan los pretiles, alguna farola luce -o no no luce- tumbada y sin luminariaen los bancos se acumula una suciedad en la que hasta se adivinan rastros viejos de sangre. Hay plaquetas rotas bajo los barandales y bajar o subir por unas escaleras agrietadas con al menos un escalón con el canto mordido puede deparar un tropezón. Del muro que lo sustenta al pie de la muralla no hablamos porque ahora mismo la zona está inaccesible, en tanto en que, por fin, se están acometiendo obras de emergencia en un tramo especialmente castigado por grietas y desprendimientos.

Pintadas en los pretiles. Pintadas en los pretiles.

Pintadas en los pretiles. / D. C.

Restos de pequeños botellones y excrementos de perros, algunos recogidos y empaquetados en pequeñas bolsas, pero nunca depositados en los contenedores, completan la lamentable imagen que de la ciudad da un lugar tan privilegiado como este. Sobre todo ahora, que la vieja Cádiz está, no ya volcada, sino entregada al turismo.

Cierto es que este abandono no es nuevo. Pero resulta incomprensible que no se ataje definitivamente. Es como si esta privilegiada plaza-mirador no formase parte de la ciudad de hoy, sino que perteneciese todavía  a lo que fue el Campo del Sur prácticamente hasta finales del siglo XX: un espacio marginal condenado al descuido, la trasera del casco antiguo, el vertedero y la escombrera donde se tiraban la basura y los enseres viejos a los bloques. 

Malas hierbas que afloran del pavimento. Malas hierbas que afloran del pavimento.

Malas hierbas que afloran del pavimento. / D. C.

La obra de esta plaza-mirador sobre el pabellón de La Salle-Mirandilla se ejecutó hace más de una década con un doble objetivo: Primero, para dotar de instalaciones deportivas al colegio lasaliano y a esta zona del casco histórico. Y segundo, para aprovechar su cubierta como un enorme balcón público al mar provisto de bancos, con la inscripción "1812", realizada con adoquines negros entre los blancos, como homenaje a la Constitución de Cádiz. 

Escalón con el canto completamente mordido en la escalera de acceso. Escalón con el canto completamente mordido en la escalera de acceso.

Escalón con el canto completamente mordido en la escalera de acceso. / D. C.

Las informaciones sobre su deterioro son recurrentes. Entre ellas sobresale una de noviembre de 2022 en la que este periódico constataba la formación de una especie de cráter en el pavimento, justo en uno de los lazos del 8, que de ninguna manera podía ser consecuencia de ningún fenómeno natural, sino más bien de la voluntad de querer hacerse con unos materiales de obra en provecho propio a costa de destrozar un bien público que es de todos.

Una de las farolas, tumbada y con la luminaria rota. Una de las farolas, tumbada y con la luminaria rota.

Una de las farolas, tumbada y con la luminaria rota. / D. C.

Pese a que cuando se anunció el proyecto, allá por 2008, se facilitaron recreaciones infográficas en las que aparecían árboles o arbustos en maceteros, nunca se colocó ningún elemento vegetal que hiciese más agradable la estancia en una plaza tan dura. 

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