Culminan las obras de reforma y reparación del Instituto de Educación Secundaria (IES) San Blas de Aracena, solucionando así a la problemática de filtraciones de agua de lluvia que sufría el centro y que afectaban principalmente a uno de sus seis edificios.

La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, a través de la Agencia Pública Andaluza de Educación, ha ejecutado una intervención que ha consistido en la sustitución integral de la cubierta invertida del edificio cinco y la reparación de los techos de las aulas afectadas, en las que se han repuesto los revestimientos desprendidos de los techos.

Además, se ha intervenido en las cubiertas de los cinco edificios restantes, con reparaciones puntuales. La actuación, con un presupuesto total de 258.104,34 euros, forma parte del Plan de Infraestructuras Educativas de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, que ejecuta la Agencia Pública Andaluza de Educación.

El mal estado de las instalaciones obligó este curso, en el que hay 1.084 alumnos matriculados en el centro, a desalojar a más de doscientos de tercero y cuarto de ESO, para ello hubo que habilitar espacios como la biblioteca y sala de reuniones. La parte más afectada fue la planta de arriba del edificio 5, denominado Reloj de Sol, que cuenta con seis aulas, de las que se desalojaron a los estudiantes. En el resto de las instalaciones del instituto, que tiene más de medio siglo de antigüedad, también había aulas con humedades y desprendimiento de materiales (cemento y arena) del enfocado del techo.

La comunidad educativa llevaba años luchando por conseguir mejoras en un centro "profundamente deteriorado" que ya no era capaz de albergar a sus alumnos porque, dice el profesorado, "literalmente se venía abajo". 

Carmen Morago, directora del IES contaba a Huelva Información tras el desalojo de los alumnos por las lluvias del pasado invierno que "no tenía espacio suficiente y adecuado para reubicarlos, por lo que los  estudiantes de tercero y cuarto de la ESO se tuvieron que hacinar en otros edificios, también con goteras, junto a otros alumnos. Incluso están ocupando zonas comunes como la biblioteca".

Morago aseguraba que las clases no eran aptas para el alumnado y pedía una solución urgente a la Junta de Andalucía. Desde el lunes 8 de enero escribía informes diarios explicando la situación de manera detallada a la Delegación de Desarrollo Educativo en Huelva, para conseguir que se solucionara cuanto antes. Todo ello provocó la ansiedad del equipo directivo y la preocupación, que era cada vez mayor, de las familias del centro. Finalmente, la Junta anunció el inicio de los trabajos el 4 de marzo y ahora, dos meses más tarde, se dan por concluidos.