Primera vieira del Camino de Santiago ante la Puerta de San Miguel de la Catedral de Sevilla
Una señal colocada en El Arenal, en la esquina del Restaurante Enrique Becerra.
Con estas vistas se despide el Camino de Sevilla. La siguiente parada es Camas.
El camino pasa junto al monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce. Merece la pena desviarse y visitarlo.
Las ruinas de Itálica, en Santiponce.
Un peregrino avanza rumbo a Guillena.
Larga recta entre Santiponce y Guillena.
Vado del arroyo de los Molinos. Actualmente hay una viga que permite pasarlo sin problemas.
Campos entre Guillena y Castilblanco de los Arroyos.
Extensa llanura, en ligero ascenso. Sevilla capital, en el horizonte.
Este portón marca la entrada a la Sierra Norte de Sevilla
Las bellas dehesas acompañarán al peregrino durante gran parte del Camino al norte de la provincia de Sevilla.
Hermosas praderas camino de Castilblanco.
El final de la segunda etapa es la tranquila localidad de Castilblanco de los Arroyos.
La carretera que sale de Castilblanco pasa por los accesos de varias fincas, entre ellas, alguna tan famosa como la Dehesa Yerbabuena.
Ruinas del despoblado de Berrocal.
Almadén de la Plata: Ruta de la finca del Berrocal y Cerro del Calvario
Bajada a Almadén de la Plata desde el Cerro del Calvario.
Las bellas estampas que deja el camino a la salida de Almadén de la Plata.
El camino sube muchas lomas y baja a algunos valles.
Vistas de Santa Olalla del Cala desde la Colada de los Bonales.
Una larga recta antes de El Real de la Jara
Aproximación a El Real de la Jara, con su bonito castillo dominando el pueblo.
Este arroyo marca el final de la provincia de Sevilla. El camino avanza rumbo a Monesterio, ya en Badajoz.
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