La Empresa de Suelo Isleña (Esisa) completará el desarrollo de la avenida San Juan Bosco con la construcción de cien nuevas viviendas protegidas en régimen de alquiler y venta que se levantarán en el solar que existe frente al Instituto Municipal de Promoción de la Isla (IMPI), una parcela que el Ayuntamiento acaba de adquirir al Instituto para la Vivienda de las Fuerzas Armadas (Invifas).

Esisa, de hecho, ha licitado ya la redacción del proyecto para la construcción de estas nuevas promociones de vivienda protegidas que incluirán también un aparcamiento subterráneo -de una sóla plaza- que se destinará principalmente a los residentes de estos nuevos bloques. Así, de hecho, se recoge en el pliego de condiciones técnicas elaborado por la empresa pública de suelo.

La adquisición de la parcela de San Juan Bosco se formaliza en el convenio que la Gerencia Municipal de Urbanismo acaba de firmar con el Invifas, un acuerdo en el que también se concreta la nueva ordenación que los pisos militares de La Ardila tendrán en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

Este convenio, que consiguió su aprobación definitiva por parte del pleno en el pasado verano, permite desde ese momento a Esisa iniciar la tramitación para la elaboración de proyectos técnicos, solicitud necesaria para la calificación a la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta y la tramitación de la licencia de obras. De ahí que, mientras que no se ha sellado el acuerdo, la empresa de suelo ha ido avanzado en el proyecto.

Mediante este convenio -que suscribieron la delegada general del área de Urbanismo, Carmen Pedemonte (PP) y el director general para la Vivienda de las Fuerzas Armadas del Ministerio de Defensa, Bernabé Carlos Navarro Castillo- el Ayuntamiento asume el compromiso de incluir en el documento de revisión del PGOU la finca de La Ardila, clasificando las dos edificaciones más cercanas a la calle Real, que acaban de ser demolidas, como suelo urbano directo e incluyendo la obligación de cesión del espacio libre que separa estos edificios de la calle Real.

El conjunto residencial que el Invifas tenía entre La Magdalena y la calle Real acaba de ser derribado en su totalidad debido al mal estado de los edificios, que obligó al Invifas en 2008 a desalojar todos los bloques y a tapiarlos.

El precario estado de conservación de las viviendas y sus problemas estructurales hizo que el Invifas realojara a las 35 familias que allí residían en otros pisos militares con el compromiso de devolver a los antiguos inquilinos que así lo deseen a las nuevas casas que se construyan en La Ardila. Así, de hecho, se recoge en el convenio firmado con el Ayuntamiento, en el que se detalla que el Invifas asume el realojo de los ocupantes legales del inmueble que así lo han solicitado. El resto de la finca, una superficie de 7.458 metros cuadrados, constituirá un área de reforma interior, en la que se destinará el 30% de la edificabilidad residencial a vivienda protegida. También se reservarán 4.468 metros cuadrados para espacios libres de la zona.

La delegada general del área de Urbanismo, Carmen Pedemonte, ha trasladado su satisfacción por el acuerdo alcanzado con el Invifas, un convenio -afirmó- "que viene a confirmar la buena disposición y colaboración que existe entre ambas administraciones". En este sentido, la primera teniente de alcalde ha recordado que el Ayuntamiento ha suscrito ya otros convenios similares con el Ministerio de Defensa como el de la cesión de los viales de las calles Cádiz, Ferrol y Cartagena o el del sector I de la Casería.