SEVILLA

El cardiólogo José María Cruz Fernández ingresa en la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla

  • Ha ofrecido una disertación titulada 'Del corazón desde el corazón. Reflexiones sobre la cardiología desde mis vivencias'

  • Ha sido jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Virgen Macarena y está considerado un referente en cardiología a nivel nacional e internacional

José María Cruz Fernández toma posesión en la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla.

José María Cruz Fernández toma posesión en la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla. / M. G.

El cardiólogo José María Cruz Fernández ha tomado posesión como Académico de Número de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla. Experto en colesterol, hipertensión arterial, infarto, palpitaciones, insuficiencia cardíaca, valvulopatías o angina de pecho, entre otros aspectos de la cardiología clínica, es todo un referente en cardiología a nivel nacional e internacional. El presidente de Honor de la Sociedad Española de Cardiología fue jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Virgen Macarena y ha desarrollado su actividad docente, asistencial e investigadora en la Universidad de Sevilla.

El cirujano Salvador Morales Conde y el dermatólogo Francisco Miguel Camacho Martínez, últimos Académicos de Número en ingresar en la RAMSE, han acompañado al nuevo Académico al salón Ramón y Cajal. Ya en el atril, el doctor Cruz ha dado lectura a su discurso de ingreso titulado Del corazón desde el corazón. Reflexiones sobre la cardiología desde mis vivencias.

En su intervención, ha afirmado que siempre ha sido un cardiólogo clínico, que ha tocado todos los aspectos de la cardiología y que ha vivido cambios espectaculares en la especialidad. Por ello, ha hecho un breve recorrido de la historia de la Cardiología desde las pinturas rupestre hasta nuestros días resaltando la importantísima contribución de Sevilla en este devenir histórico.

En esta línea, ha señalado que el corazón, en toda la historia y en todas las culturas, ha sido siempre mucho más que un órgano, centrándose siempre en él el mundo de los sentimientos, del Shen, del alma en definitiva. Siguiendo el aforismo hipocrático ars longa vita brevis, el nuevo académico ha expuesto que el conocimiento científico se va sedimentando de generación en generación haciendo que los avances de una sirvan como punto de partida para la siguiente, jalonado por hombres excepcionales que hacen avanzar de forma drástica el saber de su época.

"Está demostrado que, si cada uno de nosotros siguiésemos los consejos claramente establecidos para corregir factores de riesgo y fomentar los protectores, se reduciría en un 50% el número de infartos de miocardio e ictus", ha explicado y ha matizado que esto significa "que podríamos evitar alrededor de unas 65.000 muertes cada año tan solo en España y ocho millones en el mundo. Solo en España se ahorrarían 2.000 millones de euros sin contar las repercusiones sociales y familiares de imposible cuantificación".

En su discurso de ingreso, Cruz ha querido transmitir un mensaje de esperanza asegurando que "la cardiología moderna brinda métodos fáciles y agradables para mantener sano nuestro corazón. Los sentimientos positivos ayudan a nuestro corazón, un corazón feliz es un corazón sano. Si llega a enfermar, se puede detectar a tiempo y tratarlo con éxito en la mayoría de los casos".

Sus últimas palabras se las ha dedicado a los ejes fundamentales que han orientado su vida. De cómo su madre impulsó su vocación por la Medicina y le sugirió que la estudiase en Cádiz donde conoció a Cristina con la que forjó su familia. También, ha mostrado su gratitud a sus alumnos, sus compañeros y sus pacientes "de los que he recibido mucho más de lo que les di". A la Universidad de Sevilla y a la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla de la que "ni en mis mejores sueños" pensé que hoy me admitiría como Académico de Número.

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