República de las Letras

El PP no quiere el centro

En sus pactos con los neofranquistas, Ayuso (M.A.R.) gana; el supuesto centrista Feijóo, decididamente, pierde

Cambia la posibilidad de que el PP volviera al centro después de la hermosa lección impartida por los españoles a los extremistas del partido en las pasadas elecciones. Era de esperar que la aprendieran y, aunque siempre ha sido un partido escorado al extremismo de derechas, volvieran a centrarse con Fejóo, este líder que vino con aureola de moderado y dialogante. Pero, tristemente, parece que no va a ser así. Siempre me ha llamado la atención ese afán inmoderado de gobernar que tienen los partidos. Aunque tengan que tragar sapos y culebras, para ellos gobernar es imprescindible, por lo visto. Los de derechas, además, lo primero que hacen es subirse los sueldos cuando toman el poder, como hemos visto en los ayuntamientos en que gobiernan el PP y la extrema derecha. Por otro lado, es triste que el PP solo pueda pactar gobiernos con Vox, que son antisistema y antidemocracia. Con la experiencia vivida en España con el franquismo, la extrema derecha neofranquista debería estar marginada de la política, como ellos desean hacer con otros, y no pocos. El resultado es que PP y Vox gobiernan ya a 10 millones de habitantes de España. Que van a derogar la Ley de Memoria Histórica en sus territorios. Que van a reformar la llamada Ley Trans para dejarla en agua de borrajas. Que van a fomentar la barbarie de los toros y la caza. Que van a retirar subvenciones a aquellas expresiones culturales que no se ajusten a su ideología neofranquista, etc., etc. ¿Es esto lo que le han dicho los electores al PP en estas elecciones?

Con su alianza con los extremistas, la derecha ha abandonado el centro. Y en Andalucía, que no nos engañen, habrían hecho igual. Y ese no es el mensaje, repito, que le han enviado los electores. Quieren gobernar a toda costa, porque, como hemos visto cuando han gobernado, son corruptos por naturaleza y la teta del Estado es muy apetitosa. Ese es su único objetivo. Y echar por tierra cualquier avance social, cultural o económico que la izquierda consiga. Esto también lo estamos viendo en las comunidades autónomas que gobiernan: neoliberalismo puro y duro. Apoyo a la sanidad y educación privadas en detrimento de las públicas. Beligerancia con la inmigración, aunque sea fundamental para nuestra economía. Censura previa a las obras de arte y culturales.

En sus pactos con los neofranquistas, Ayuso (M.A.R.) gana; el supuesto centrista Feijóo, decididamente, pierde.

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