En el artículo de la semana pasada abordamos cómo el comportamiento humano podría encajar en la llamada teoría del caos, siendo esta una ciencia que estudia ciertos sistemas muy susceptibles al cambio. Subrayamos el efecto mariposa como una idea fundamental que sirve para destacar la sensibilidad extrema de los sistemas caóticos a las condiciones iniciales. El efecto mariposa, en lo que al aparato mental se refiere, destaca cómo pequeñas experiencias o eventos pueden alcanzar un impacto desproporcionado en nuestros pensamientos, emociones o comportamientos.

En las relaciones con iguales los pequeños gestos o algunas palabras pueden fortalecer o debilitar las conexiones emocionales entre nosotros. El efecto mariposa ayudaría a explicar cómo una pequeña acción podría tener un impacto significativo en la calidad de una relación. Si nos fijamos en nuestros niños pronto comprenderemos cómo los mayores tenemos una enorme responsabilidad para con ellos. Cualquier detalle, por insignificante que nos parezca, puede generar un efecto duradero en el desarrollo emocional del pequeño. Una palabra crítica, un gesto de desaprobación o por el contrario una aclamación de aliento puede determinar la autoestima de un niño influyendo en la confianza en sí mismo a lo largo de la vida. No imaginan a cuántos de mis pacientes les ha marcado su devenir existencial una palabra o una frase expresada por alguien importante en un momento sensible.

En el ámbito terapéutico debemos ser también muy conscientes de que una conversación o comentario concreto puede desencadenar una reacción emocional intensa en la otra persona llevándola a reflexionar y, tal vez, desarrollar cambios notables en su vida. En este mismo contexto los terapeutas podemos utilizar el conocimiento del efecto mariposa para trabajar con los pacientes en la comprensión y el manejo de experiencias traumáticas que, por triviales que parecieran desde fuera, podrían desencadenar una serie de respuestas psicológicas que afectarían a la vida de una persona durante mucho tiempo. Así, el efecto mariposa vendría a ser esa suerte de gatillo que desencadena toda una explosión emocional en algún rincón de la psique de una persona. Ser conscientes del grado de significancia que tiene cualquier gesto o palabra nos debería dotar de mayor responsabilidad en nuestras interacciones y tratar de buscar un cambio positivo a nuestro alrededor.