Al final, el PP ha cedido en Extremadura y va a gobernar con Vox para conseguir que no gobierne la comunidad el partido ganador de las elecciones, el PSOE. Es fiel reflejo de lo que ocurriría en el Gobierno central si gana la derecha: derecha y extrema derecha son lo mismo. A partir de aquí toda la acción de gobierno y toda la legislación que emane del PP estará influida, mediatizada, condicionada por Vox. Así que si usted, lector, piensa votar a la derecha, que sepa que también votará a la extrema derecha. Si vota al PP, votará a Vox.

Pero si usted se siente concernido por el medioambiente, sepa que un gobierno de PP-Vox será un retroceso en contra de toda evidencia científica internacional.

Si usted es pobre, lo será y seguirá siendo incluso aún más, por las políticas económicas neoliberales de la derecha.

Si usted tiene en su familia a personas LGTBI, sepa que serán perseguidos por las leyes y recibirán maltrato en los medios y en la calle impunemente.

Si es víctima de violencia machista, le sugerirán continuamente que sufra en silencio su maltrato.

Si usted o alguien de su familia necesita alguna vez una muerte digna, lo mantendrán sine die en paliativos, con la consiguiente prolongación del sufrimiento de los suyos.

Si es usted mujer o tiene hijas, ojalá nunca sufran un ataque sexual o una violación, pues no podrán acogerse a la Ley del Sí es Sí.

Si es trabajador por cuenta ajena, rece para que le mantengan alguno de los derechos laborales conquistados, o el salario mínimo interprofesional o el ingreso mínimo vital, conquistas de estos últimos años.

Si usted es enseñante, sea en el nivel educativo que sea, correrá serio peligro la libertad de cátedra de que disfruta ahora y tendrá que volver a enseñar como le digan, como en los años del NO-DO.

Si es usted artista, escritor, cineasta o poeta, igual tiene que volver a ejercer la autocensura, pues no le publicarán, ni le expondrán ni le representarán ni le producirán.

Si es autónomo, le van a subir el impuesto, y si tiene un local alquilado, nunca habrá un tope a la subida de los alquileres y asfixiarán su negocio.

Si pretende usted que sus hijos estudien una carrera, les será muy difícil acceder a una beca, se lo aseguro.

Así que, lector, déjese de soflamas y consignas –y de mentiras– y piense en el pan de cada día, en sus hijos y en la realidad. Y luego, si va usted a votar, vote lo que quiera. Pero dignamente.