Yo no le daría mayor importancia al hecho de que el PP Y VOX permanecieran de brazos cruzados y no aplaudiesen al discurso de la presidenta de las Cortes el día que tuvo lugar su apertura. Forma parte de la estrategia del “no a todo” de una oposición que no sabe hacer otra cosa. Durante la pasada legislatura, el motivo para estar en contra de todo era BILDU y la ruptura de España. No se tomaron la molestia de analizar el contenido de ninguna de las leyes sobre las que votaron en contra para rebatirlas. Nadie sabe qué artículos de la Ley de la Reforma Laboral les parecieron negativos, que justificasen su posición contraria. Menos aún se preocuparon de mostrar y ofrecer una alternativa que mejorase, a su parecer, lo establecido en la ley. Ignoro qué razones tenía el PP para no estar a favor de la subida que experimentaron las pensiones. Ahora será la amnistía el argumento para oponerse a todo. Con esa premisa es suficiente para pasar el tiempo que dure la legislatura sin romperse la cabeza analizando cualquier iniciativa del Gobierno. Tan cómodo es vivir a costa de la política haciendo oposición con un discurso monolítico y simplón, que aquellos dirigentes que han sido elegidos para gobernar en sus respectivas circunscripciones, se destacan más por sus apariciones en pantalla arremetiendo contra de Pedro Sánchez y su gobierno, que por mostrarnos los frutos de su gestión. En la imagen que nos muestra cada día Isabel Díaz Ayuso se percibe más el enfrentamiento de una líder del PP contra Pedro Sánchez - “que te bote chapote” - que la gestión que se supone desempeña en la comunidad madrileña. Y la mayoría de sus compañeros con responsabilidad de gobierno en comunidades o municipios van por el mismo camino. Cuando se les presenta la ocasión de pronunciarse con un micrófono delante, no sueltan una palabra que se refiera a sus proyectos o servicios; se despachan arremetiendo contra Pedro Sánchez y todos contentos. Con las voces que ha elegido Núñez Feijó para emprender la marcha en esta legislatura vamos a estar entretenidos con sus intervenciones ardorosas. Una persona como Miguel Tellado que quisiera ver a Pedro Sánchez yéndose del país en el maletero de un coche, cuenta con méritos sobrados para ser portavoz del PP en el Congreso. Cayetana Álvarez de Toledo tiene un currículo que no desmerece. Y la imagen de Rafael Hernando cuando se abalanzó contra Rubalcaba, ofrece garantías para hacer una oposición con frenesí.