La Bodega Alboloduy no para de cosechar reconocimientos con los vinos de la Colección Cristina Calvache. En el pasado año, obtuvo un total de 12 medallas: siete de oro, cuatro de plata y una de bronce en los distintos y prestigiosos concursos europeos.

Con la obtención de estos reconocimientos y sumados a los de 2007 y 2008, se conforma un palmarés de treinta premios internacionales que sitúan a esta bodega entre las más premiadas a nivel estatal. "En el ranking de la WAWWJ (Asociación Mundial de Periodistas y Escritores del Vino), una vez que se actualicen las puntuaciones de los concursos de 2009, vamos a estar situados entre las 40 mejores bodegas españolas. Si, ya se que esto va a sorprender, pero es así, los números y las estadísticas no mienten", asegura Francisco Calvache, gerente de La Bodega de Alboloduy.

Calvache señala que no sólo sube el prestigio de la bodega en general sino de los productos en concreto: "Nuestro vino Colección Cristina Calvache Syrah va a estar con toda seguridad entre los diez mejores monovarietales syrah del mundo, por los premios conseguidos en 2009. Tan sorprendente como cierto que en Almería estamos elaborando vinos de altísima calidad, para competir con los mejores con humildad pero sin complejos".

El gerente de la empresa explica donde está la clave de tanto reconocimiento para una bodega tan joven: "El secreto de estos éxitos se fundamenta en un tipo de viticultura respetuosa con el medio ambiente. Sólo se emplean productos naturales, practicada sobre viñedos estratégicamente situados en las zonas altas del Valle del Andarax, Enix y Alboloduy, bien soleados y ventilados, lo que impide la aparición de enfermedades, consiguiendo de esta forma una uva de primerísima calidad que después se vinifica en bodega de una forma muy personalizada dependiendo de las características propias de cada variedad y de cada viñedo. Aquí es fundamental la mano de nuestra enóloga Cristina, que sabe conjugar todas estas extraordinarias condiciones para elaborar unos vinos de altísima calidad".

Calvache señala que "se puede crecer más, pero en el mundo del vino hay que tener mucha paciencia. Para mantener el nivel de calidad el crecimiento debe ser poco a poco, de manera que se puedan controlar a la perfección todos los parámetros".