Francisco Fuentes, más conocido como 'Paco El Piloto', utilizaba por primera vez en toda la Península Ibérica en 1963 el plástico para cubrir los invernaderos, cuando salieron adelante los experimentos que el Instituto Nacional de Colonización estaba llevando a cabo en estas tierras. Este hecho, que supuso sin lugar a dudas un revulsivo histórico a la economía almeriense, cumplía la pasada semana 49 años, por lo que en el próximo curso se celebrará el medio siglo del primer invernadero en España.

Tal y como detallaba Diario de Almería, a través de un artículo del periodista Iñigo Mas, se trataba de cinco módulos de cien metros cuadrados cada uno de terreno enarenado. Uno de ellos se cubrió con un soto cortavientos, un segundo se cubrió con una doble caja de plástico y los tres restantes con una capa simple. De este experimento resultó el descubrimiento de lo que sería el origen de la actual agricultura en invernadero en Roquetas y el Campo de Dalías. Una hectárea al aire libre proporcionó 476 kilos de judías, 1.660 de pimiento, 9.440 de pepino y 16.780 de tomates.

Las parcelas con plástico sencillo proporcionaron 7.020 kilos, 2.870, 12.770 y 33.390 respectivamente de cada uno de estos productos. En la parcela donde se colocó el plástico doble la producción se disparó aún más. La estructura de un parral transformada en invernadero demostró ser la mejor opción. Nunca antes se había cubierto una explotación con polietileno, excepto en otras pruebas similares que se estaban haciendo en Canarias.

Como no podía ser menos el apodo de 'El piloto' le llegó a Francisco por ser su finca la elegida como piloto por los técnicos del instituto franquista. La publicación del año 2000 del Ayuntamiento de Roquetas, 'El pasado y desarrollo agrícola de Roquetas de Mar y su comarca", editada por la Concejalía de Agricultura y creada por Nicolás Manzano, argumenta que "el momento crucial de la evolución de Roquetas y su comarca tuvo lugar en los años 60 en la parcela piloto número 24, del colono Francisco Fuentes Sánchez". En 1964 ya se estaban construyendo cuatro nuevos invernaderos para que sirvieran de núcleo de información; en poco tiempo se generó un enorme interés por los invernaderos, que no cuajarían hasta los años 1970, debido al elevado coste de esta mejora.