Día de bajas y estrenos

La primera pequeña mala racha de la temporada ya ha tenido alguna víctima. La mala segunda parte de Soria y lo poco mostrado en Cádiz, obligó a Ramis a ser más crítico de lo habitual en la sala de prensa y en la convocatoria para el partido de hoy frente al Lorca, ha dado el primer toque de atención.

Al técnico no le gustó el rendimiento de Motta, al que sustituyó en el descanso en Los Pajaritos, y se ha quedado fuera por primera vez desde que se hiciera con el lateral tras el pasado mercado invernal. Igualmente, el técnico prescinde de Javi Álamo, que pinta tiene de que va a jugar poco esta temporada. El bisoño Gaspar ya lo ha adelantado sólo a base de ganas e ímpetu. Por su parte, Nauzet Alemán sigue sin coger el tono físico y Trujillo, por desgracia después de lo que fue para el equipo, está en una situación similar a la de Álamo.

Ésa es la cara desagradable de la convocatoria. Las noticias positivas a las que hay que agarrarse para lograr la primera victoria de la temporada en casa, las ponen Juan Muñoz y Verza. El oriolano se estrena en una convocatoria en Liga, del Levante vino con buen ritmo y es perfectamente conocedor del juego del Almería. Por su parte, el delantero sevillano ha superado la lesión muscular que arrastraba de la pretemporada con el Sevilla y esta tarde estará en el banquillo del Mediterráneo.

Si el equipo sigue con su juego plano y poco vertical, habrá que echar mano de ambos. No es que Verza sea un prodigio para construir el ataque, pero sí es verdad que tiene buena visión y buen desplazamiento de balón, fundamental para romper la primera línea de presión visitante. Además, el Lorca es un equipo que trata de jugar y, por lo tanto, amontonará gente en la línea medular.

En lo que se refiere a Juan Muñoz, no está para jugar de inicio, pero sí tendrá minutos si el Almería sigue atascado de cara a la portería rival. El sevillano da presencia en el área y tira buenos desmarques, algo que le falta a un Caballero que no ha empezado con la pólvora mojada. Eso lo sabe la afición, harta de Chuli, Juanjo y demás delanteros sin gol, y confía en que la suerte cambie hoy, después del frenazo sufrido la pasada semana.

Sin una inversión millonaria ni un equipo hecho para ascender, los aficionados se agarran a la ilusión tras el sufrimiento de las dos últimas temporadas. Aunque los manuales aseguran que la paciencia es la base de un buen comienzo liguero [no hace falta nada más que ver el Almería de Emery el año del ascenso,con tres derrotas consecutivas para empezar], a ver quién es el gracioso que se la pide a la hinchada rojiblanca, escarmentada tras los periplos de Sergi y Soriano.

Para que las aguas vuelvan a su cauce y el Almería pueda seguir trabajando con tranquilidad, es necesario vencer a un recién ascendido a Segunda. Si el equipo da la talla y se hace fuerte en el Mediterráneo, nadie hablará de lo idóneo o erróneo de ciertos fichajes que, en la cuarta jornada, siguen necesitando mucho trabajo físico para ponerse a punto. Si se falla, el debate está servido.

Los jugadores saben que es tarde para vencer y convencer ante un rival llamado a estar en el pelotón de la zona baja, pero que a estas alturas lleva los mismos puntos que los rojiblancos y en un amistoso de pretemporada fue bastante mejor. Estos partidos ya se vivieron los dos años pasados y se perdieron. Hoy toca cambiar el destino.