Vida nueva, casa nueva

Cada vez es más complicado hacer un regalo original, asequible y al gusto de los recién casados. Las bodas suponen a veces un quebradero de cabeza para los invitados que desean hacer un presente que se grave como recuerdo en la memoria del nuevo matrimonio. Esther Crisol, a través de su empresa Crisol Interiorismo, propone una solución que, además, hace a quien regala partícipe de la vida que emprenderá junta la nueva pareja: regalar la remodelación de su nueva casa a precio asequible.

En la firma trabajan actualmente Esther y su senior Enrique Myro, ingeniero industrial de formación que asesora a esta emprendedora en la manera de enfocar su negocio en la provincia. Esther nació y vivió en Madrid hasta hace una década cuando llegó a Almería. Hace tres años emprendió su propio camino en la provincia. "La gente cuida todos los detalles cuando se va a casar. Enrique identificó el mimo con el que yo cuidaba las estancias, los ambientes, los interiores con ese mimo que se tiene a la hora de iniciar todos los detalles de la boda". Así surgió este producto de Crisol Interiorismo. En esta línea Myro apunta: "Aunque la pareja lleve diez años viviendo junta, en ese momento ha tomado la decisión de emprender una nueva vida, un concepto distinto al de la precariedad de la pareja que decide convivir".

El trabajo de Esther se ciñe a empatizar con las personas que van a ocupar la vivienda, conocer el día a día de ellas y, a partir de ahí, sabiendo cuándo utilizan la casa y cómo, diseña el hogar de acuerdo al estilo de los habitantes. "Un diseñador se adecúa y adapta a las personas a las que va a diseñar. Cuando vas a las tiendas, éstas tienen interés en vender lo que ofertan. A mí me preguntan ¿tú con qué estilo diseñas? Tiene que ser con el del cliente, el diseñador no tiene que poner otra cosa que no es la que finalmente han dicho las personas que van habitar esas áreas privadas", señala Esther, quien dedica la mayor parte de su trabajo al contacto con la pareja. Para ella es vital que las personas que convivan en un mismo espacio se sientan cómodas; "hay gente que pasa poco tiempo en su casa porque no se siente agusto, no son sus muebles, no es lo que necesita y se tiene que adaptar. Si no te adaptas, no es tu realidad".

Esther siempre ha trabajado en el sector del interiorismo y decoración, según ella, el tamaño de la vivienda no importa, "lo que son muy importantes son las proporciones, los colores, la iluminación, todo al final influye en las personas. Si ambientas bien el hogar, consigues generar una actitud positiva. Se trata de crear la situación idónea para vivir, creando bienestar, confort y lo que se necesite". Asimismo, una casa bien acondicionada implica un ahorro económico, puesto que se aprovecha más la luz natural y se dispone del mobiliario que verdaderamente se necesita.

Regalar el diseño de la casa de la pareja también facilita el trabajo a la misma, a la hora, por ejemplo, de elaborar una lista de bodas, ya que en ella no sólo incluirá lo que le gusta, si no lo que requiere su espacio.