Los representantes comunitarios de Life Blue Natura recorrerán parte del litoral protegido del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar para hacer un reconocimiento de los puntos de muestreo dentro de sus afamadas praderas de Posidonia oceánica.

Estas praderas de Posidonia capturan cada año toneladas de CO₂ que se incorporan a la mata, en el suelo bajo la planta, formando un sumidero de carbono azul, un "almacén natural". Se denomina así al carbono que fijan los ecosistemas costeros como marismas litorales y praderas marinas.

El proyecto finaliza en 2019 y cuenta con un presupuesto superior a más de 2.5 millones

Estos valiosos ecosistemas marinos consiguen evitar, de esta manera, que se incremente la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y todas las consecuencias negativas que este fenómeno acarrea, como el incremento global de la temperatura en el planeta.

Aunque estos ecosistemas costeros representan un pequeño porcentaje del suelo en el planeta, su alta tasa de fijación y acumulación de carbono hace que tengan un papel muy significativo en la retirada del exceso de carbono en la atmósfera. Por tanto, pueden desempeñar un papel muy importante en las estrategias de mitigación del cambio climático a escala global.

Los beneficios son muchos. Así, protegen las costas de la erosión durante episodios de mar extremos, son fuente imprescindible de recursos pesqueros y, por supuesto, aumentan el atractivo turístico de nuestras playas.

La protección de estos ecosistemas costeros y de los servicios que generan, es uno de sus principales objetivos. Su propuesta es conservar estos ecosistemas marinos sumideros de carbono, a través de los mercados de compensación de emisiones de CO₂.

Life Blue Natura es un proyecto innovador que pretende establecer nuevas metodologías para cuantificar el carbono azul. Así, el CO₂ capturado por los océanos y los ecosistemas costeros, tales como marismas, praderas de fanerógamas.

La Consejería de Medio Ambiente es el socio coordinador y participan como socios la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (AMAYA), el Centro de Estudios Avanzados de GAME-CEAB , del CSIC, el Centro de Cooperación del Mediterráneo de la UICN y Asociación Hombre y Territorio (HyT). Arrancó en 2015 y finaliza en 2019. Cuenta con un presupuesto de 2.513.792 euros.