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La Legión revive sus primeros 25 años de operaciones en el exterior

  • La conferencia contó con los tenientes generales Martín Bernardi y Muñoz Muñoz; y los generales Zorzo y Martín Cabrero

La narración de un personaje ficticio, basado en la memoria del legionario Carlos Expresati de la Vega, sirvió de hilo conductor a la exposición de las experiencias vividas a lo largo de 25 años de participación de Unidades de La Legión en operaciones en el exterior. El panel de conferencias, organizado con motivo del 97 aniversario fundacional de La Legión, contó con la participación del segundo jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Miguel José Martín Bernardi; teniente general en la reserva José Manuel Muñoz Muñoz; general de División en la reserva Francisco Javier Zorzo Ferrer; ambos fueron jefes de La Legión; y el general Juan Jesús Martín Cabrero, actual jefe de la Brigada de La Legión 'Rey Alfonso XIII'.

Bosnia, Irak, Afganistán y Líbano centraron las numerosas experiencias que han puesto de manifiesto el duro trabajo de los legionarios a lo largo de 25 años de misiones internacionales de mantenimiento de la paz, que igualmente "han puesto a prueba la adaptabilidad del legionario, su flexibilidad, su iniciativa y su férrea disciplina", como afirmó el capitán Palomino.

El teniente general Zorzo expuso el despliegue de la Agrupación Táctica Málaga en Bosnia Herzegovina desde noviembre de 1992 hasta abril de 1993, siendo la primera participación del Ejército español en ambiente bélico tras la retirada del Sáhara en 1975. La Legión estuvo representada por sus cuatro Tercios y el Mando. A las dudas sobre si los militares "iban a dar la talla" se unió tener que vivir con la amenaza de disolver La Legión por parte del Gobierno, siendo entonces ministro de Defensa Julián García Vargas.

Por su parte, el teniente general Muñoz Muñoz expuso la participación en Irak en 2004 con la Brigada Multinacional Plus Ultra III. A las dificultades propias de la misión, en la que el contingente español recibió 351 impactos y 17 emboscadas, les siguieron las del repliegue ordenado por el nuevo Gobierno.

El segundo jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Martín Bernardi habló de la operación en Afganistán en 2010, donde el contingente español se estableció en la provincia de Badghis para ejecutar en cooperación con las Fuerzas de Seguridad afganas operaciones de lucha contra la insurgencia y expandir el control efectivo de las fuerzas locales en el territorio, todo ello para proteger al pueblo y proporcionar un ambiente seguro y estable, a través de las denominadas líneas de operaciones: seguridad, desarrollo, gobernabilidad y formación de las fuerzas afganas. Para estar más cerca de la población se establecieron bases de operaciones avanzadas, destacando la de apoyo provincial en Qala E Naw. "La paciencia, tolerancia y el conocimiento de la cultura afgana por parte de nuestros oficiales fue fundamental".

El general Martín Cabrero expuso la presencia española en Líbano desde 2006 hasta la actualidad -habiendo participado más de 30.000 militares españoles- con especial referencia al despliegue en 2005, en el que tuvo bajo su mando a más de cuatro mil militares de distintos países. Aunque todas han sido operaciones no combatientes, 14 militares españoles, siete de ellos en acciones de combate, perdieron su vida en ese país que cuenta con una veintena de confesiones religiosas que condicionan la estructura política. En ella destaca Hezbolá como una organización con tres vertientes, una política, otra humanitaria y otra terrorista como grupo armado.

La misión UNIFIL consistía en comprobar el fin de las hostilidades con Israel y controlar la 'Línea Azul' como frontera invisible entre ambos países, participando entonces Martín Cabrero como jefe de Estado Mayor de la BRILEG. En 2006 desplegaron mil millares españoles sobre la base de la Brigada de La Legión, que sufrieron una duras condiciones con frío, nieve y lluvia, viviendo casi cinco meses en tiendas de campaña. "Una de las actividades más importantes que llevamos a cabo en el Líbano es el programa Cervantes, con la enseñanza de la lengua española, habiendo conseguido que más de 100.000 libaneses la hablen hoy".

El incidente más graves sufrido provocó seis muertos paracaidistas y hace dos años se produjo la muerte de un cabo. Por ello, "nunca me canso de recordar a mis legionarios la necesidad de emplear la lógica, basada en la preparación y en el conocimiento", afirmó el general Martín Cabrero. En sus conclusiones destacó la necesidad de alcanzar la paz en el Líbano tras la calma tensa en la que se vive, así como la participación de UNIFIL y un impulso internacional a la misma. "Considero como parte del éxito alcanzado la iniciativa y el liderazgo de nuestros militares. Tenemos que seguir estando adiestrados y preparados para las peores situaciones que se puedan dar y por ello, la exigencia ha de ser máxima en territorio nacional".

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