AGR Andalucía

La CE impulsa la reutilización del agua de riego

  • La información a los consumidores y la gestión de riesgos serán prioritarios

Cultivo en regadío.

Cultivo en regadío. / archivo

La Comisión ha propuesto nuevas normas para estimular y facilitar la reutilización del agua en la UE para el riego agrícola, con el fin de ayudar a los agricultores a hacer el mejor uso posible de las aguas residuales y de aliviar la escasez de agua, protegiendo al mismo tiempo al medio ambiente y a los consumidores.

El comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, explicó que "esta propuesta nos va a beneficiar a todos. Nuestros agricultores tendrán acceso a un suministro sostenible de agua de riego, nuestros consumidores sabrán que los productos que consumen son seguros y surgirán nuevas oportunidades para nuestras empresas". "El mayor beneficiado -agregó- será, sin duda, el medio ambiente, ya que la propuesta contribuye a mejorar la gestión de nuestro recurso más valioso: el agua".

Exactamente, lo que propone la Comisión es la introducción de unos requisitos mínimos para la reutilización de las aguas residuales tratadas procedentes de instalaciones de tratamiento de aguas residuales urbanas, en relación con los elementos microbiológicos, por ejemplo, los niveles de la bacteria E. coli y la frecuencia de los controles.

A su juicio, la introducción de unos requisitos mínimos garantizará que el agua regenerada producida con arreglo a las nuevas normas sea segura para el riego. La propuesta también se refiere a la gestión de riesgos "para identificar cualquier riesgo adicional al que se deba hacer frente para que la reutilización del agua sea segura".

Y, por último, la CE persigue aumentar la transparencia, de modo que la población tenga acceso a la información en línea sobre las prácticas de reutilización del agua en sus respectivos Estados miembros.

La Comisión advierte de que la reutilización del agua en la UE está actualmente muy por debajo de su potencial, a pesar de tener un menor impacto medioambiental y de suponer un ahorro importante de energía en comparación con la necesaria para extraer y transportar agua potable.

Además, un tercio de la superficie de la UE adolece de estrés hídrico durante todo el año y la escasez de agua sigue siendo una preocupación importante para muchos estados miembros de la UE. Añade que las pautas meteorológicas cada vez más impredecibles, como las sequías extremas, pueden acarrear consecuencias negativas para la cantidad y la calidad de los recursos de agua potable.

Con esta propuesta la CE trata de contribuir a paliar la escasez en la UE en el contexto de la adaptación al cambio climático. Además, garantiza que las aguas residuales tratadas que se destinan al riego agrícola sean seguras, protegiendo así a los ciudadanos y al medio ambiente.

La propuesta estaba prevista en el programa de trabajo de la Comisión para 2018, como consecuencia del plan de acción para la economía circular, y completa el marco jurídico vigente sobre el agua y los alimentos.

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