El personaje

Hojas comestibles y plantas medicinales por el desarrollo rural

  • La producción y comercialización de salvia o ajedrea; y una segunda línea con hinojo o colleja; forman parte del proyecto emprendedor de Francisco J. López

Francisco Javier López, joven emprendedor rural, que se ha enrolado en la asociación almeriense Alvelal.

Francisco Javier López, joven emprendedor rural, que se ha enrolado en la asociación almeriense Alvelal.

Francisco Javier López Martínez natural de Darro, proviene de una familia de agricultores y es licenciado en ciencias ambientales. Además, está especializado y es apasionado con todo lo referido al tema de innovación y seguridad alimentaria, calidad de los alimentos y producción sostenible de los mismos.

Conoció a la asociación almeriense Alvelal a través de internet, “buscando información sobre cultivos sostenibles de aromáticas descubrí a la asociación, y también a través de un conocido, Luis Ramírez, que me habló de la asociación muy bien”, apunta el socio, que percibiendo que AlVelAl estaba en sintonía con su pensamiento no dudó en asociarse y entrar a formar parte de este movimiento regenerativo.Para este joven es muy motivador que existan iniciativas como esta para seguir adelante, con gente que tiene la misma visión, creando así una agricultura diferente a lo que se viene haciendo y casos de negocios sostenibles en el territorio.

En cuanto al futuro de la asociación, “se va a avanzar mucho y ésta es una zona idónea para poner en marcha este tipo de proyectos, un territorio que va camino a la desertificación, por lo que a la agricultura hay que darle un giro y buscar alternativas, al igual que con el tema de la despoblación”, opina López, que ve esta zona pionera en abordar estos temas y está convencido de que habrá otros lugares que sigan este ejemplo y nuevos negocios con un corte sostenible van a seguir surgiendo.

Este granadino indica que practica la agricultura regenerativa principalmente por la conservación de la biodiversidad y señala que “si ves el campo con la agricultura tradicional que usa pesticidas y vienes aquí que está en ecológico-regenerativo puedes ver insectos de todo tipo refugiados en las plantas, es por eso que también queremos extender este cultivo, además de ser productivo es beneficioso para el medio ambiente, al igual que es muy positivo también para las abejas que son unos importantísimos polinizadores”.

“Cuando se va camino de la desertificación hay que dar un giro y buscar alternativas, exactamente igual que con el tema de la despoblación”

Para Francisco ha llegado el momento de emprender y montar su propio negocio en su tierra, aplicando todos sus conocimientos y teniendo los pilares de sostenibilidad e innovación siempre presentes, sin olvidar el apoyo y la ayuda de su pareja y familia, sin los cuales, hubiera sido imposible lanzarse a esta aventura.Una gran ayuda para llevar a cabo su proyecto, denominado -Daromas-, ha sido ser beneficiario del fondo ideas, una iniciativa de la asociación AlVelAl para apoyar ideas de negocio innovadoras que trabajen en soluciones ante el cambio climático y basadas en la restauración del suelo y del paisaje.

Situado en Darro, territorio de influencia de Alvelal, que abarca tres provincias, concretamente en la cañada de Belerda, su proyecto tiene dos líneas de actuación, la primera es el cultivo y comercialización de plantas aromáticas y medicinales, como pueden ser la salvia, ajedrea, lavanda, tomillo, romero, y zahareña. Y una segunda línea de trabajo es el uso de hojas comestibles como materia prima para hacer guisos tradicionales de la zona, como pueden ser el hinojo, la colleja o el cardillo. “Los productos son ecológico-regenerativos y con este fondo queremos conseguir la adquisición de los equipos necesarios para llevar a cabo este proyecto, que aparte de fomentar la alimentación saludable y contribuir con que no se pierdan las costumbres culinarias de la zona, puede servir para regenerar el paisaje y favorecer la biodiversidad”, explica el joven emprendedor.

“Pensé que un cultivo alternativo a lo que se viene cultivando por la zona podrían ser las plantas aromáticas, medicinales y hojas comestibles, tras un periodo de búsqueda de información sobre estos cultivos es cuando hemos decidido cultivarlos” señala el darreño, que está a la espera de comercializar dicho producto cuando tenga las instalaciones preparadas, y añade que “en principio se querían cultivar estas plantas para venderlas frescas o deshidratadas, pero queremos darle una vuelta a la idea y utilizarlas también como materia prima en guisos tradicionales, ya que son las especies de plantas que antes se consumían y ahora nadie prácticamente las consume. Creemos que pueden ser muy buenas, saludables además de crear un impacto en los hábitos alimentarios de la gente, haciendo un círculo entre la innovación alimentaria, los hábitos saludables, emprendimiento rural y lucha contra la despoblación, un círculo que puede inspirar para seguir este camino, conservar costumbres culinarias y respetar el medio ambiente”.

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