Agricultura regenerativa y sostenibilidad en Almería
  • La asociación Alvelal conciencia, informa y pone en marcha proyectos para hacer del entorno rural un lugar de posibilidades sociales y económicas preservando la sostenibilidad

  • Talleres, asesoramiento integral para el emprendimiento, entre sus acciones

Reforestación y pedagogía, clave para el futuro rural

Miguel Ángel Gómez, técnico de AR de la asociación AlVelAl, ofrece una charla técnica sobre el terreno a una treintena de participantes. Miguel Ángel Gómez, técnico de AR de la asociación AlVelAl, ofrece una charla técnica sobre el terreno a una treintena de participantes.

Miguel Ángel Gómez, técnico de AR de la asociación AlVelAl, ofrece una charla técnica sobre el terreno a una treintena de participantes.

Si hay un colectivo paradigma de buenas prácticas en lo que a sosteibilidad medioambiental se refiere dentro del mundo agroalimentario, esa es la almeriense Alvelal. Ubicada en el municipio de Chirivel, en la comarca de Los Vélez, y con un radio de acción y asociados que abarca también a Murcia y el Altiplano granadino, esta institución es la más activa a la hora de buscar y plasmar esas alternativas que un mundo cada vez más globalizado y, por qué no, deshumanizado, quiere alcanzar como única vía de proyectar un futuro prospero.

En este sentido, la asociación ya lleva años de ventaja y ha conseguido una gran infraestructura e implicación de sus cada vez mayor número de integrantes.

Las actividades que organiza dentro de su amplia y prolífica agenda van desde la información, a la formación, pasando por las prácticas regenerativas sobre el terreno y la proyección de modelos de negocio sostenibles.

Entre las últimas iniciativas está la desarrolla da hace unas semanas con Miguel Ángel Gómez, técnico de AR de la asociación AlVelAl , quien ofreció un taller en su propia finca acerca de las cubiertas vegetales y el manejo integrado del suelo.

Taller en Ferreira. Taller en Ferreira.

Taller en Ferreira.

La demostración tuvo lugar en Ferreira, municipio del altiplano granadino, a donde acudieron más de una treintena de participantes, quienes adquirieron unos conocimientos teóricos y prácticos sobre el manejo del suelo, en concreto sobre la implementación de cubiertas vegetales, abonos verdes y enmiendas orgánicas, como pueden ser estiércol, compost o pellets.

La cubierta vegetal mitiga la erosión, aporta materia orgánica, palia las plantas no deseadas y mejora la infiltración del agua

El taller tuvo lugar con limitaciones de participación y al aire libre por varias explotaciones de almendros de la localidad granadina, garantizando en todo momento la seguridad frente a la COVID-19.

De esta forma los asistentes pudieron ver de primera mano el efecto de aplicar diferentes técnicas de manejo de suelo e intercambiar impresiones. Además el técnico aportó material gráfico para revelar los resultados de las investigaciones realizadas en las parcelas vistas durante el curso, añadiendo datos científicos que avalan la teoría expuesta.

Realizar prácticas de manejo integrado del suelo requiere de conocimiento y hay que saber manejarlas bien para que funcionen de forma ventajosa, de lo contrario nos puede traer inconvenientes y efectos indeseados. Esta es la premisa que el técnico proyectó durante todo el taller, destacando que cada manejo debe ajustarse a las condiciones de la finca donde se aplique, para que de esta manera tenga un impacto positivo en el terreno.

La última parada tuvo lugar enuna de las fincas experimentales de la asociación AlVelAl, un espacio donde se implementan diferentes técnicas regenerativas desde hace más de tres años, siendo un lugar idóneo para comprobar las ventajas e inconvenientes de la cubierta vegetal frente a otras prácticas más convencionales.

El aspecto fundamental por el que destaca la cubierta vegetal es por el de mitigar la erosión, pero también aporta materia orgánica al suelo, ayuda a controlar y paliar la propagación de plantas no deseadas y mejora la infiltración del agua en el terreno, lo que ofrece la posibilidad de poder trabajar con el suelo mojado, añadido que se valora mucho por parte del agricultor. Este aspecto fue corroborado por algunos asistentes con cultivo de olivar.

El abono en verde es la siembra de una mezcla de leguminosas y gramíneas para aportar nitrógeno y materia orgánica

La segunda parte del curso tuvo lugar en la finca familiar de Miguel Ángel. “Esta era una finca donde se labraba unas 5 o 6 veces por año, después se comenzó a labrar menos y a incorporar estiércol y compost, y desde hace 6 años en este lugar se lleva implementando el abono verde”, apuntaba el técnico, que aportó documentación en la que los participantes pudieron ver la evolución de la finca desde el primer año hasta su actualidad, comprobando de esta manera los beneficios de realizar estas prácticas regenerativas.

El abono verde consiste en la siembra de una mezcla de leguminosas (como yero y veza) y gramíneas (como cebada, avena, trigo o centeno) ya que cada una cumple una función, las leguminosas crean unos nódulos que tienen la capacidad de introducir nitrógeno atmosférico que hay en el ambiente, fijándolo en el suelo, y las gramíneas aportan materia orgánica al terreno. Una vez crecida la cubierta, esta se desbroza y se incorpora al suelo mediante un pase de labor superficial, por lo que cada año hay que volver a sembrar el abono verde o se “tumba” con un rulo diseñado para tal efecto. “Lo deseable es dejar una franja que grane y después incorporarla, para que así salga el año que viene y con la siembra de un año tienes para dos, además estas franjas nos afectan al cultivo ya que están fuera del marco de plantación” explicó Gómez, que compartió analíticas de los suelos que se estaban mostrando, además de material visual para que los participante pudieran ver la evolución y calidad del suelo según las diferentes prácticas aplicadas, desde datos de suelos labrados frente a otros con cubierta hasta suelos en donde se le ha aportado materia orgánica frente a otros que no.

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