Fuimos 15 años compañeros en el Instituto Azcona y, aunque somos de materias muy distintas, forjamos una excelente amistad, sobre todo a raíz de aquellos desayunos en la media hora de recreo en los que charlábamos de lo humano y lo divino, aprovechando el único momento de asueto que teníamos en toda la mañana para poder reír abiertamente.

–Pues mira, me acabo de enterar de que eres alemán.

–Sí, mis padres emigraron a Alemania, a principio de los años 60, y allí nací yo. Dos años después, cuando nació mi hermano, volvimos toda la familia al pueblo de mis padres, Cantoria. Allí estuve hasta los 17 años en que comencé los estudios de Matemáticas en la Universidad de Granada. Era una vida típica de pueblo, donde la mayor parte del tiempo jugábamos con los amigos en la calle. Cualquier era o sitio en el campo que estuviera medio llano y sin piedras era apto para echar un partidillo de fútbol.

–¡Qué lejos cogía entonces Cantoria de Almería!

–¡Ja, ja, ja! Recuerdo con nostalgia que sólo teníamos tren, siendo el medio de transporte utilizado por la familia. El único inconveniente era que los viajes se hacían interminables. Si ahora ahora en coche se tarda menos de una hora en llegar al destino, entonces podías estar perfectamente medio día, entre el retraso y el enlace con otro.

–¡Qué suerte que en Cantoria hubiera instituto ya entonces!

–Sí, ya que pude estudiar BUP en el instituto de mi pueblo, el Valle del Almanzora. Fui afortunado ya que en la mayoría de los pueblos de la zona no lo había y tenían que desplazarse en transporte escolar. Eso sí, la jornada escolar por entonces era partida, de mañana y tarde; y a veces se hacía demasiado larga.

"Ocupar la dirección del instituto es un gran honor pero se sufren muchas presiones por todas partes”

–Lo tuyo fue llegar y besar el santo: acabas Matemáticas y en seguida trabajas.

–Empecé a trabajar en la enseñanza inmediatamente después de terminar la carrera. siendo mi primer destino un centro de FP en Huelva, y luego los institutos Luis Barahona (Archidona), Rosa Navarro (Olula del Rio), Cardenal Cisneros (Albox) donde permanecí 11 años y del que tengo un grato recuerdo; y desde 2002, el IES Azcona de Almería.

"El jueves 4 de mayo hemos invitado a todos los profesores que han pasado por el instituto en estos 25 años”

–¡Cuánto ha cambiado ‘nuestro’ Azcona en estos 25 años que estamos celebrando!

–Muchísimo. He sido testigo de transformaciones como implantación del Bachillerato y el gran crecimiento de alumnado (unos 800 alumnos) y profesorado (80 profesores) en los últimos años. En el Azcona llevo 21 años y ocupo en estos siete últimos el cargo de director.

–Con lo que quema el cargo...

–Ser director es un honor para mí; pero se está sometido a una gran presión, ya que tienes que hacer frente y buscar soluciones a los problemas que día a día se van produciendo en los diferentes ámbitos del centro. No obstante, he tenido mucha suerte al contar con un equipo directivo muy eficiente y un claustro muy colaborador que facilita muchísimo el trabajo.

Compartiendo unas palabras con sus compañeros.

–Estáis ultimando la celebración del XXV aniversario.

–Los días 3, 4 y 5 de mayo tendremos la clausura del XXV aniversario del Instituto como centro de Secundaria. Durante esos días habrá charlas, talleres espectáculos musicales... dirigidos al alumnado. Además, el 4 de mayo por la tarde celebraremos un acto al que están invitados distintas personalidades locales y educativas. Esperamos contar con la presencia de antiguos profesores como tú y especialmente todos los directores que tanto hicieron por el instituto en estos 25 años.

–19 años pasé en sus aulas; y recuerdo una palmera...

–Sí, todos recordamos con añoranza aquella palmera más que centenaria que aparece en el logotipo del instituto y que hubo que cortar hace unos años por motivos de seguridad. Aquel día varios profesores acompañaron a sus alumnos a contemplarla por ultima vez. Vino una grúa enorme y ‘la palmera se fue el cielo’, como tú escribiste en tu crónica en el Diario.