Primero llegaron Melilla y Rastatt en Alemania; la primera decidida por el pleno del Ayuntamiento fue la antigua Villa Cisneros, hoy Dajla en Marruecos; la última Ajman de los Emiratos Árabes. Son las ciudades que se han hermanado con la capital almeriense a lo largo de los últimos 30 años y que lucen una extraña relación con la esquina andaluza.

Aunque normalmente un acto de este tipo llega después de una petición formal del Ayuntamiento de la ciudad en cuestión, fueron los emigrantes almerienses, aquellos que tuvieron que abandonar su tierra buscando el futuro que aquí les negaban, quienes propusieron en 1988 la siguiente que engrosaría la lista, la alemana de Neuwied. Continuaron con San Juan del Sur en Nicaragua, Orán, Leyte en Filipinas (famosa por acoger una de las batallas más cruentas de la Guerra del Pacífico), la francesa de Boulogne-Billancourt y la saharaui de El Aaiún, para cruzar el Atlántico y llegar hasta la chilena de Ovalle y la mexicana de Veracruz. Se españolizó la tendencia con Jaca y Caspe en los años 1997 y 1998, para volver al Caribe con la ciudad cubana de Ciego de Ávila. Latinoamérica impuso sus lazos de idioma y cultura y el nombre de Almería puede verse en las señalizaciones de Cochabamba, Tecate y Ensenada en México, San Rafael y Lavalle en Argentina y Navajoa en los límites del desierto de Sonora de México.

Las últimas etapas en esta particular vuelta al mundo lo constituye la localidad de Ajman, en los Emiratos Árabes, cuya delegación visitó el consistorio almeriense en el año 2010 cumpliendo otro de los requisitos de un particular lenguaje diplomático de carácter municipal. Una veintena de localidades que eluden el continente oceánico en sus etapas (aunque todo se andará).

Cada una de ellas se atribuyen distintos lazos desde los dictados por la historia común, a los que proceden del tratamiento especial a alguna delegación de visita por la capital. Sea como fuere, después de la propuesta, se estudia y analiza en los plenos municipales de ambas localidades y, habitualmente, se aprueba sin presentar el mayor problema. Todo sea por esa hermandad municipal que es llevada a todos los rincones del mundo.