Almería

Obama se fija en Almería para luchar contra el cambio climático

  • EEUU estudia el impacto de los invernaderos sobre el calentamiento de la tierra · Propondrá al G-20 blanquear los edificios de las grandes ciudades para reducir las emisiones de dióxido de carbono

¿Se imaginan Nueva York, la ciudad de los rascacielos, con sus edificios pintados de blanco como las casas encaladas de los pequeños pueblos de Almería? No es ningún disparate, sino la línea de investigación que está desarrollando Estados Unidos dentro de las políticas de acción contra el cambio climático. El Departamento de Energía de Barack Obama está analizando el impacto de los invernaderos sobre el clima, después de que científicos almerienses hayan demostrado que el mar de plástico frena el calentamiento de la tierra.

Todo se debe al efecto albedo, que ocasionantambién los hielos polares. Su superficie blanca refleja gran parte de la radiación solar que reciben y, al devolverla al espacio, evitan que la superficie terrestre se caliente. Sobre esta base han partido las dos líneas de investigación, la americana y la almeriense, ahora unidas por el mismo interés de aplacar el cambio climático.

Los estudios en EEUU se están llevando a cabo en el centro de investigación Berkley National Laboratory, en la prestigiosa Universidad de Berkley y dependiente del Departamento de Energía. Allí tuvieron conocimiento de los resultados de la investigación desarrollada por científicos de la Universidad de Almería y de la Estación de Zonas Áridas, coordinada por el profesor de la Escuela Politécnica Superior, Pablo Campra Madrid.

Campra Madrid y su equipo pudieron demostrar hace tres años, con datos obtenidos a través del satélite Terra de la Nasa, que los invernaderos son capaces de reducir el denominado, paradójicamente, efecto invernadero, debido a la gran cantidad de energía solar que devuelven al espacio.

Berkley National Laboratory y Campra Madrid entraron en contacto y, desde el pasado mes de noviembre, este científico almeriense está colaborando en el desarrollo de los planes estratégicos norteamericanos para evitar el calentamiento de la tierra mediante el blanqueamiento de edificios y carreteras. "A los Estados Unidos le interesa Almería porque es la única demostración empírica de que el efecto albedo es efectivo", afirma Campra Madrid.

"La experiencia de Almería -continúa explicando el profesor de la Escuela Politécnica- es un experiencia piloto que demuestra la efectividad de esta estrategia en la reducción de la temperatura a escala local".

Lo ocurrido con los invernaderos le está sirviendo al Gobierno de Obama como base para desarrollar modelos demostrativos a pequeña escala con los que describir el mecanismo de enfriamiento. Son simulaciones de lo que ocurría en cualquier parte del mundo, si los techos de los edificios y las carreteras (éstas en color cemento para evitar que el blanco ciegue a los conductores), se pintaran con colores claros.

Berkley National Laboratory ha trabajado en determinar qué ocurriría si 100 ciudades se acogieran al blanqueo urbano, una propuesta que EEUU pretende defender ante el G-20.

De hecho, el ministro de Energía de Estados Unidos, Steven Chu, premio Nobel de Física en 1997 y antiguo director de Berkley National Laboratory, defendió en una reciente conferencia científica en Londres la barata solución al cambio climático de blanquear tejados y superficies planas como las carreteras.

Según público el diario The Times el pasado mes de mayo, Chu afirmó que si se procediera al blanqueo urbano se conseguiría una reducción de dióxido de carbono similar a la que se obtendría prohibiendo la circulación de todos los coches del mundo durante once años. Chu reconoció en esta conferencia estar muy influenciado por Art Rosenfeld, miembro de la Comisión de Energía de California y físico en Lawrence Berkley National, con el que trabaja de forma estrecha Campra Madrid.

Abundando en la teoría americana, el investigador almeriense explica que, durante el verano, la temperatura en las ciudades sube de tres a cinco grados debido al asfalto y a los techos oscuros, mientras que el campo no alcanza estos incrementos. "Blanqueando se logra resolver esa diferencia, pero no es el blanqueo mediterráneo que actualmente se realiza, ya que los techos ahora se ponen de teja cuando antes en Almería, por ejemplo, no era así. Es el mismo efecto que tienen los invernaderos", agrega.

Los beneficios defendidos son múltiples. "Se salvarían las miles de vidas perdidas por los golpes de calor" al evitar las islas urbanas del calor causadas por la concentración de edificios y del pavimento en las ciudades, que tienden a absorber más calor en el día e irradiar menos calor en la noche que en zonas rurales. "Se resolvería, además, la polución puesto que a más calor mayor es la contaminación, o se reduciría el gasto en aire acondicionado y sus emisiones", expone Campra Madrid.

El profesor de la Politécnica continuaría colaborando con el centro de investigación americano hasta marzo, mes en el que un equipo de la BBC viajará hasta Almería para elaborar un reportaje sobre el efecto de enfriamiento de los invernaderos.

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