Crónicas desde la Ciudad

La Radio y el FlamencoUna generosidad no correspondida

  • Del 1º Concurso de Cante Flamenco organizado por Radio Almería en agosto de 1960, surgió la idea, en palabras de antiguos socios, de fundar la decana peña El Taranto. El cartel da fe de la histórica velada.

DURANTE la gala que en el teatro Apolo organizara la pasada semana Onda Cero y su director (enhorabuena a Paco Espinar y al comité que tan eficazmente se la ha currado) para homenajear a los hombres y mujeres que le dieron vida durante 75 años -desde la pionera EAJ 60 Radio Almería-, y de la que José M. Quesada dio cumplida información en este Diario, reflexionaba, digo, sobre el escaso agradecimiento que el Flamenco ha mostrado sistemáticamente al mundo de la letra escrita (poetas, periodistas, investigadores, biógrafos) y a sus esfuerzos por dar a conocer, amar y difundir el Arte Andaluz; al interés por promocionar a los profesionales que hoy viven dignamente de ello. Si esto ocurre con las Letras, semejante desafecto sufre la Radio. Prueba de ello la tuvimos en el Apolo: no asistió flamenquito alguno, ni veterano ni de la nueva hornada. El desaire no es de recibo.

En noche tan entrañable sí se proyectaron en cambio tres fotografías, añejas, que a título de inventario les recordaban: el cantaor Antonio Conde y el guitarrista Espigares; José Antº Belda entrevistando a Antonio Mairena y Encarna Sánchez con José Sorroche y Niño de las Cuevas al fondo del estudio. Y es que desde un 12 de septiembre de 1934 en que el "trío de la Estación" (aumentado con dos profesores que alternaban música andaluza y bailable con "selecta"), dirigido por Rafael Barco, abriera a mediodía la emisión de EAJ 60 Radio Almería con el Fandanguillo de Gaspar Vivas -norma heredada (años Veinte) de EAJ 18-Compañía Texaco, en el parque Nicolás Salmerón- el flamenco siempre ha ocupado un lugar privilegiado en su programación cotidiana. Hasta su apertura, el aficionado sólo contaba con los espectáculos en directo y los discos de pizarra escuchados de radiogramolas particulares o en bares y establecimientos públicos. A partir de ahora, Radio Almería, Juventud o COPE van a satisfacer su gusto por lo andaluz en tres direcciones: espacios diarios en los que radian placas de los más afamados cantaores; concursos destinados a aficionados noveles -invitando a la Emisora a algún famoso de paso- y la retransmisión, en directo o diferido, de recitales en festivales primero y peñas después.

El anuncio que ilustra este artículo no fue el primero. En octubre-noviembre del año de su inauguración, Radio Almería ya publicitaba "un concurso de cante jondo", aunque sin identificar a sus participantes. Y en julio del propio 1960, en el marco de un festival celebrado en la plaza de toros por Radio Juventud-Estación Escuela nº 25 dirigida por Sigifredo Ortega (las fases previas eran responsabilidad de Paco Moncada), con la presencia estelar de Carmen Sevilla y el grupo Los Holandeses Voladores, otorgan el 1º y 2º premio a los cantaores Rafael Téllez y José Sorroche. El citado primer certamen artístico lo reeditó Radio Adra en las fiestas septembrinas de San Nicolás Tolentino. Radio Almería repitió formato en 1961, con el triunfo, ahora sí, de Sorroche (el último concurso "antiguo" del que tengo constancia se remonta 1963, teatro Cervantes, con diferentes apartados musicales y de Variedades).

Paralelamente, Radio Berja monta su IIº Festival de Cante Flamenco-1961 en la plaza de toros; con Gabriel Luis García como maestro de ceremonias, la Paquera de Jerez fue la animadora de su fin de fiesta (Radio Berja, Emisora Sindical nº 42 se encargó de distintos eventos festivaleros en los cines Valencia y Molina, de Adra y el propio Berja). A comienzo del año, Carmen Navarro y José Antº Belda ("D. Ceferino y Carmina") entregan los premios comerciales del céntrico Kiosco Troyano, en presencia de Manolo Escobar y sus hermanos Salvador y Román. Debemos subrayar que aún cuando el grueso de las emisoras radicaron en la capital, también las disfrutaron en la provincia: Adra, Alhama, Berja, Dalías, Vélez Rubio y Vera.

Los espacios flamencos específicos -habitualmente semanales- tienen sus antecedentes en los tiempos heroicos en que el rudimentario receptor, inalcanzable a las economías más modestas, sirve de maná musical al ciudadano de a pie; congregando a su reclamo a familias y vecinos expectantes en una especie de idolatría pagano-evasiva. Sintonías amigas con las que identificar a sus voces favoritas, en la emisión de sobremesa o noche es fácil encontrar sesiones de 30 minutos -con tópicos títulos- donde poder escuchar a El Canario y Canalejas, a Angelillo y Pastora, Marchena, Cojo de Málaga, El Americano, Escacena, Palanca, Niño de Gloria, Cepero, El Sevillano, Vallejo, Niña de la Puebla, Valderrama, Porrinas, Farina, Manolo de la Ribera, Caracol, Pinto y un larguísimo etcétera. O los más recientes Fosforito, Mairena, Menese, Morente, Chocolate… Diales en onda corta, media, larga o pesquera donde "beber" y deleitarse con fandangos, tarantas, malagueñas, soleares, zambras, alegrías, granaínas o tientos. Década de los Sesenta donde los añorados Rodríguez de Soria y Gabriel Amate enjaretaban su programa de Radio Juventud en el bar Casa Charlot, de la Cuesta el Rastro, barrio castizo y flamenco donde los haya. A riesgo de error u omisión (se admiten rectificaciones y añadidos, al igual que al resto del artículo) enumero los más cercanos en el tiempo:

Francisco Bernabéu "Pacorro" en Radio Juventud; Lola Benavides y Equipo Alfredo en Radio Nacional; Manolo Arroyo y Manuel Curao (las noches de sábados estivales solía emitir en diferido para toda Andalucía) en Canal Sur; Luis Criado en la COPE; Joaquín Segura y Antonio Sevillano en Radiolé y Cadena Ser, Juan Martín en Radio Alborán y Norberto Torres y Antonio Alcántara en Candil Radio.

Es sabido que Antonio Mairena dictó en mayo de 1983 su última lección magistral en los aljibes del Taranto antes de fallecer meses después. Pues bien, allí estuvo Lola Benavides micrófono en mano para perpetuar su palabra (aunque ya mayor y dudoso de sus posibilidades canoras se negó rotundamente a que le grabaran las vetustas cámaras de RTVE). Y en el Taranto se hizo presente Álvaro Cruz "Pototo" para llevar a sus oyentes de Radio Almería la entrega de los premios del I y II Concurso Nacional de Saetas; o Juan Torrijos para Radiocadena -con el asesoramiento de Sorroche- en las Semanas de Mayo o en el Festival agosteño. Concluyo con Manuel Arroyo, un excelente profesional que vino a montar y dirigir Canal Sur Radio y ya desde el inicio apostó por Almería y el flamenco hecho por almerienses, profesionales o aficionados. Pero me cuesta despedirme sin recordar a un ramillete de voces no citadas, quienes, pese a los problemas personales de cada cual, supieron contagiarnos sonrisas y ciertas dosis de optimismo en una ciudad gris, hosca y sufridora de la más triste posguerra incivil: Inma Codina, Emilia Martín, Plácida García, Curry, Mª Rosa Granados, Marisol Martínez, Pilar Pizarro, Áurea Martínez… Mis respetos.

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