Almería

Referente para la instrucción y el adiestramiento de unidades militares

  • La instalación ha sido catalogada zona de interés para la defensa nacional En los últimos diez años se ha mejorado para reunir todas las exigencias La gestión ambiental, uno de los pilares

El campo de maniobras y tiro de la base Álvarez de Sotomayor es un referente para la instrucción y adiestramiento de las unidades militares, una zona de carácter estratégico porque responde a las exigencias que pueden surgir en los nuevos escenarios de guerra o conflicto para el conjunto de las Fuerzas Armadas. Su extensión de casi seis mil hectáreas en los términos municipales de Viator, Almería y Pechina, sus elementos y prestaciones, su localización a pocos minutos de aeropuerto, puerto y autovía y su clima árido, que permite la ambientación de una misión en Afganistán o Mali, la han convertido en un centro de primer nivel que recientemente ha sido catalogado como zona de interés para la defensa nacional. No en vano, el campo dispone de uno de los mejores polígonos de combate en zonas urbanizadas de nuestro país y la posibilidad del desarrollo de actividades tácticas y logísticas con todo los tipos de armas y vehículos, así como con fosos de tiro que van desde los 100 hasta los 2.000 metros. Fue, además, uno de los primeros campos de maniobras de España en obtener la certificación Norma de Calidad Medioambiental ISO 14001: 2004 por una oportuna gestión que protege las más de mil hectáreas afectadas del paraje natural de Sierra Alhamilla y los fósiles que se encontraron de una ballena de hace cinco millones de años.

El 80% de su uso corresponde a una de las principales unidades del Ejército de Tierra, la Brigada de la Legión Rey Alfonso XIII, si bien permite la capacitación de un sinfín de destacamentos de dentro y fuera de nuestro país. El campo de maniobras inaugurado hace noventa años y dependiente del Mando de Adiestramiento y Doctrina, tiene a la Brileg como "cliente VIP", como reconoce su responsable, el teniente coronel Sánchez Baeza, si bien tratan de posibilitar todas las solicitudes que les llegan de otras unidades para ser escenario de ejercicios nacionales e internacionales, lo que implica una exhaustiva labor de coordinación y planificación de las instalaciones. Entre los ejemplos más recientes figuran los ejercicios el pasado año del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, que efectuaron el traslado a bordo de la aeronave clase Osprey que puede realizar despegue y aterrizaje en vertical, y las pruebas de indumentaria de desierto del ejército alemán que se desplazó en agosto de 2011. La ocupación media es superior a los 50.000 militares al año, 55.667 en 2013, de efectivos de las Comandancias de Ceuta y Melilla que volverán a finales de este mes, el Ejército del Aire, el Mando de Operaciones Especiales, Brigada Paracaidista, las academias de Artillería e Infantería, la Armada, Guardia Real, Policía Nacional y Guardia Civil, entre otros. Y aún siendo una instalación militar, en su empeño constante de apertura de las Fuerzas Armadas, también tienen disponibilidad para que sus dependencias formen parte de pruebas deportivas como el Día de la Bicicleta y las carreras de orientación de Viator o el curso de supervivencia en la naturaleza que organiza la Universidad de Granada. A partir del viernes será escenario de uno de los mayores despliegues de los últimos años como refugio y zona de ejercicios de más de 900 infantes de marina en el marco de unas maniobras de la OTAN en el Mar de Alborán. Sánchez Baeza, al frente de la Oficina de Comunicación de la Brileg hasta que en septiembre de 2011 fuera nombrado jefe del campo de maniobras, nos detalla el día a día en la gestión de uso y mantenimiento de las instalaciones para las que dispone de una plantilla de veinte personas. La planificación de actividades arranca con la recepción del plan mensual de preparación de la Brileg y otras unidades, normalmente con un mes de antelación. Cuando el ejercicio a realizar implica la movilización de un operativo considerable, como el del Noble Mariner 2014 que tiene lugar esta semana, los mandos cursan la petición a principios de año e incluso visitan el campo de maniobras -en mayo lo hicieron- para la configuración sobre el terreno de la práctica y asentamiento.

A veces coinciden unidades de la Legión con las de Comandancia de Melilla y otras de Fuerza de Guerra Naval, lo que supone un esfuerzo adicional de coordinación que se plantea casi minuto a minuto. "El polígono de combate tiene uso casi todos los días", argumenta Sánchez Baeza, quien agradece la implicación de la Brileg y otros destacamentos del Ejército de Tierra en la mejora del campo de maniobras y tiro para que tenga cubierto el catálogo de instalaciones. De hecho, desde la Legión se trabaja de manera casi permanente en la reparación de los viales y cortafuegos, creación de pasos de agua y mejora de infraestructuras de la zona logística como aseos, duchas y torretas de luz... Todos los elementos y edificaciones con los que en los últimos diez años se ha avanzado hacia el mayor grado de especialización, como los del área urbanizada o del poblado africano, han sido desarrollados por los ingenieros y zapadores. Entre 2003 y 2007 se levantó la zona urbanizada y una red de alcantarillado llamada el conguito en la que se simula el acceso subterráneo a núcleos urbanos, en ese último año la casa de tiro de neumáticos dotada con blanco de absorción de los impactos sin rebote y con control de cámara, en 2009 el poblado africano, en 2012 la pista de combate... para convertir al campo Álvarez de Sotomayor en la primera instalación de nuestro país en reunir todas las exigencias para la instrucción y adiestramiento del Ejército de Tierra. Y es que no hay nada más que recorrer los ejes de 13 y 7 kilómetros que recorren la instalación de noroeste a sureste, con dos accesos de los que uno es ajeno a la base para que ser empleado por unidades de otras provincias, para comprobar in situ las potencialidades que ofrece: campos de tiro, pista de conducción de todoterrenos, zona de artefactos explosivos (IED), puesto avanzado de combate (COP) basado en la experiencia de Afganistán, torre multiusos...

Es más, en el itinerario por la moderna instalación no falta un puesto de artillería antiaérea ensayando el disparo de misiles mistral y un simulacro de la sección de armas de la 8ª compañía de patrullaje en estado de alerta intermedio en la zona urbanizada con los nuevos vehículos RG-31 y LMV. Sánchez Baeza explica que limitan a las doce de la noche el horario para los ejercicios duros (artillería y explosivos) para reducir la contaminación acústica, además de realizar mediciones que se saldan cumpliendo los parámetros. En cuanto a la conservación, el jefe del campo de maniobras asegura que todas las unidades proceden a la limpieza al finalizar la práctica, recogiendo incluso las vainas y empaques de los proyectiles. "En cada maniobra tenemos un oficial de daños y un encargado del medio ambiente", añade. La base dispone de un punto permanente para la transferencia de residuos. En caso de incendio cuentan con su propio camión de bomberos y un retén, además de haber sellado recientemente un acuerdo con el Infoca por el que serían alertados al propagarse el fuego, siempre que sea más allá de la zona de caída de proyectiles a la que nadie tiene acceso. Y es que los riesgos se minimizan en unas instalaciones a la vanguardia, de referencia para el Ejército.

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