Literatura

Relatos de una abogada en tono de humor para narrar casos “terribles”

  • ‘Pura Toga. Desmemorias de una Letrada de Provincias’ (Arraez Editores), es el libro que reúne cinco relatos de Rita María Sánchez, vicedecana del Colegio de la Abogacía de Almería

Rita María Sánchez, autora de 'Pura toga' y vicedecana del Colegio de la Abogacía de Almería.

Rita María Sánchez, autora de 'Pura toga' y vicedecana del Colegio de la Abogacía de Almería. / M.M. (Almería)

‘Pura Toga. Desmemorias de una Letrada de Provincias’ (Arraez Editores), es el libro que reúne cinco relatos de Rita María Sánchez, vicedecana del Colegio de la Abogacía de Almería que a través del humor da vida a unas historias “terribles” que “no sería soportar” de otra forma, que tienen como base el desempeño de su carrera como abogada.

La autora pudo presentar este jueves por la noche su obra en el Círculo Mercantil de Almería, dónde explicó que la narradora del libro, “a la vez omnisciente y en primera persona”, es el único personaje sin nombre, una abogada que sirve de hilo conductor y que plasma una serie de realidades que se encuentra, lo que la convierte en el “ojo que mira” esa realidad.

La presentación tuvo lugar este jueves por la noche en el Círculo Mercantil. La presentación tuvo lugar este jueves por la noche en el Círculo Mercantil.

La presentación tuvo lugar este jueves por la noche en el Círculo Mercantil. / M.M. (Almería)

“Hay muchísima, muchísima realidad, convenientemente maquillada para fines literarios y evitar posibles demandas”, reveló en tono jocoso, para añadir que “algunos personajes son reales y otros tienen un sustrato real". “Casi más realidad tienen los personajes ficticios, aunque inventados, tienen mucha realidad”, insistió.

La letrada juega incluso con el nombre de la provincia en la que se desarrollan las historias, un anagrama de Almería, o los de los pueblos y barrios concretos de estos personajes, e insiste en el que se da una concurrencia de “metalenguajes”. “Tiene poco diálogo, pero sí lenguaje coloquial con toques de argot, y también de metalenguaje jurídico”.

Aunque también se dirige al ámbito de la poesía y tiene “momentos de dramatismo muy intenso”. “Predomina el humor. Me he esforzado mucho para que sea el vehículo para tratar temas que son durísimos. Sin ese enmascaramiento (del humor), no sería posible soportar la lectura de estos temas tan terribles”, asevera.

La presentación tuvo lugar en el Círculo Mercantil. La presentación tuvo lugar en el Círculo Mercantil.

La presentación tuvo lugar en el Círculo Mercantil. / M.M. (Almería)

Los juegos de palabras sobresalen incluso en la propia portada de su libro, dónde se destacan en mayúsculas las letras suficientes para cambiar “pura” por otra palabra más relacionada con “la que dicen que es la profesión más antigua del mundo”.

Esto es así porque, considera, la toga tiene una “doble vertiente” y ofrece una “cara amarga” que no es la de perder pleitos, sino el “peso de la responsabilidad de tener la vida de esas personas en tus manos”. “Tú tienes muchos pleitos, pero esa persona sólo tiene ese pleito (…) Son importantes”, aseguró.

Precisamente, tres de los relatos surgen a partir de llamadas del servicio de guardia y se desarrollan en pueblos, en un medio rural en el que no son ajenas las particularidades de Almería. “Hay crítica, también con mucho humor. Primero surge una sonrisa, que luego pasa a una media sonrisa, y finalmente hay una mueca”, afirma.

Temas como el racismo, conflictos de todo tipo, o hasta 20 años de la vida de una familia -basada en una real cuyos miembros han sido defendidos casi en su totalidad por la abogada-, se dan la mano con otros en los que jueces, fiscales, fuerzas y cuerpos de seguridad, “salen mejor o peor parados”.

“El eje fundamental del sistema judicial es el justiciable”, insiste la letrada, quien añade que los fallos, falta de medios, etc., hacen sin embargo que sea la justicia sea la “cenicienta” de la administración.

Por eso también redime en parte a los “malos”. Porque la escritora incide en lo “delgada que es la línea de lo que está bien y lo que está mal”. “Cuando tu hijo se va por la puerta, no sabes si va a volver entero, como víctima o victimario (…) Te das cuenta de lo difícil que es ponerse en la piel de otro”, especialmente, apunta, con personas con problemas de cultura, pobreza, etc.

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