¡Vamos al cine! (II) Cine hablado en español desde 1929

Almería

¿Qué hubiese sido del progreso sin los visionarios? Posiblemente nos hallaríamos en las antípodas de lo que hoy reconocemos como "el séptimo arte"

¡Vamos al cine! (I) Escotes fuera y nada de besos

Fotograma del primer largometraje sonoro oficial en 1927: "El cantor de jazz"
Fotograma del primer largometraje sonoro oficial en 1927: "El cantor de jazz" / D.A.
Julio Gonzálvez

24 de febrero 2024 - 22:01

Almería/En el año 1927 se produjo un acontecimiento que revolucionaría el mundo del cine, la incorporación del sonido. Sin embargo, los inicios de la combinación entre el sonido grabado y las imágenes en movimiento se remontan a finales del siglo XIX con Thomas Alva Edison.

Fue en 1895 el nacimiento oficial del cine mudo y en 1927, el del estreno de “El cantor de Jazz”, los estudios recientes han demostrado que se aplican diferentes modalidades de acompañamiento musical con sonido grabado. En España, como el resto de Europa, se produjo un período de transición en el que destaca la producción de “El misterio de la Puerta del Sol”, obra del empresario burgalés Feliciano M. Vitores, que pudo reunir 18.000 pesetas y contratar como director y guionista al onubense Francisco Elías Riquelme, que ya había dirigido varias películas mudas, considerada como la primera película sonora de nuestro país. El industrial beliforano, que se había quedado como único propietario de una sociedad que había adquirido un artilugio llamado phonofilm, era un visionario y con perspectivas de futuro a medio plazo.

La nómina de actores fue importante: el actor de moda, Juan de Orduña, quien años más tarde se haría director, y otras estrellas del cine patrio como Teresa Penella, Anita Moreno, Jack Castello y Antonio Barber.

"El misterio de la Puerta del Sol", de 1929. Primera película con sonido en España.
"El misterio de la Puerta del Sol", de 1929. Primera película con sonido en España. / D.A.

Entre octubre y noviembre de 1929 se rodó la película. Los exteriores se grabaron en lugares emblemáticos de Madrid como la estación de Atocha o la del Norte, Puerta del Sol y en Gran Vía mientras que los interiores fueron filmados en un hotel en Ciudad Lineal así como en los talleres de dos periódicos: el Heraldo de Madrid y El Liberal. El filme narra la rocambolesca historia de Pompello Pimpollo (Juan de Orduña) y Rodolfo Bambolino (Antonio Barbero), dos linotipistas que prueban suerte como actores para mostrar su talento ante la cámara, durante la visita a Madrid del director Edward S. Carawa (Jack Castello) y su estrella, Lía de Golfi (Anita Moreno), con intención de rodar una película cuyo coprotagonista español será escogido entre quienes se presenten a la prueba vestidos de rigurosa etiqueta… Al ser rechazados con el fin de llamar la atención y darse a conocer. El guión de la película ha sido considerado históricamente como “bueno”. El grotesco y extravagante humor presente durante todo el metraje tal vez sea la mayor virtud de este filme. La trama argumental repasa la historia de dos «fanáticos del cine» que van al casting de un renombrado director americano. Con el fin de darse a conocer, los pseudoactores dispuestos a alcanzar la fama a toda costa roban un esqueleto y simulan el crimen de Pompeyo. La muerte del supuesto finado a manaos de Carawa dejará a Rodolfo sin coartada.

Parte del reparto del largometraje español "El misterio de la Puerta del Sol"
Parte del reparto del largometraje español "El misterio de la Puerta del Sol" / D.A.

Desde aquí todo comienza a complicarse hasta acabar yéndoseles de las manos del modo más absurdo… Sueños, crímenes, deseos.

La película se estrenó en Burgos, un año después, (1930) en el Coliseo Castilla, la crítica fue generosa, muy benévola, tal vez por la condición de burgalés del productor. El guión fue considerado como “bueno”, si bien el éxito cosechado por la cinta fue nulo debido a las numerosas deficiencias.

Así recogía las impresiones tras el estreno: «La sincronización conseguida es perfecta; la palabra se corresponde exactamente con los movimientos de los labios. La amplitud precisa de los sonidos es algo más difícil de conseguir (...) La lucha que el señor Vitores ha emprendido por la producción española de la película hablada es digna de aliento y estímulo, y el rasgo de ofrecer a Burgos la virginidad de su primera obra es de agradecer y de aplaudir».

El Phonofilm permitía añadir el sonido a la captura d ela imagen
El Phonofilm permitía añadir el sonido a la captura d ela imagen / D.A.

“El misterio de la Puerta del Sol” se hizo en Phonofilm, un sistema ambulante de cine sonoro desarrollado por Lee de Forest que permitía grabar directamente en la cinta sonidos sincronizados con las imágenes. En España, el productor Feliciano Manuel Vítores compró en 1928 los derechos de este sistema —rebautizado como Fonofilm— y financió, por medio de la empresa Hispano de Forest Fonofilm, la realización de multitud cortometrajes. Cuando la productora entró en crisis y parecía inevitable su disolución, fue cuando se decidió intentar salvar la situación con la creación de un largometraje sonoro español, el filme que nos ocupa hoy.

Su director, Francisco Elías, comenzó en la industria del cine trabajando para la productora francesa Gaumont como encargado de la traducción de los intertítulos para las películas mudas. Tras esta etapa inicial emigró a los Estados Unidos, donde creó una empresa dedicada a la confección de subtítulos para el público hispano. Fue durante este tiempo, en los años veinte, cuando entabló contacto y colaboró con el gran D. W. Griffith, y a su regreso a España, con toda la experiencia acumulada, aceptó el encargo de este proyecto realizado con el propósito de asombrar al público de la época. Personajes sobreactuados o un montaje cuestionable rayano en lo amateur son rasgos de este, por otra parte, indiscutible documento del pasado (ese Madrid de 1929) que no deja indiferente a nadie y que acaba convirtiéndose en una esperpéntica mezcla de comedia y suspense, a la vez que una parodia mordaz del cine norteamericano.

Escena de la cinta recuperada "El misterio de la Puerta del Sol", de 1929
Escena de la cinta recuperada "El misterio de la Puerta del Sol", de 1929 / D.A.

A comienzos del 1995 la Filmoteca Nacional hizo pública su nueva adquisición. Se trataba, nada más y nada menos, que de una copia de “El misterio de la Puerta del Sol” que se creía desaparecida pero que había permanecido oculta en cuatro latas metálicas ostensiblemente oxidadas en un desván de la casa de los herederos de Vitores —conservada por la hija del realizador-, en Belorado. Convenientemente rehabilitada, la película de nitrato recobró la vida, permitiendo así la posibilidad de estudiar los orígenes del cine sonoro en España. Una aventura inédita y maravillosa.

stats