Almería

El acusado de robar y matar a una mujer en Las 200 Viviendas: “El asesino está en la calle”

  • “Mi único objetivo es trabajar y ayudar a mi familia, no he matado a nadie, no tengo ningún móvil para matar a la víctima”, ha dicho, afirmando que le da “vergüenza” que su hermano, que ha presenciado el juicio tras trasladarse a Almería desde otra provincia del norte del país, haya tenido que escuchar todo lo que ha escuchado

El fiscal mantiene su acusación al procesado por matar y robar a una mujer en Roquetas de Mar

El fiscal mantiene su acusación al procesado por matar y robar a una mujer en Roquetas de Mar / D.A. (Almería)

L.S., que se enfrenta a penas que suman 20 años de prisión por presuntamente matar a una mujer que lo sorprendió robándole tras mantener relaciones sexuales con ella en Roquetas de Mar, ha reiterado hoy su inocencia, asegurando que “el asesino está en la calle”.

Así lo ha manifestado cuando el magistrado que preside el jurado popular que lo enjuicia le ha concedido la última palabra, insistiendo en que conocía a la víctima y había tenido sexo con ella en diferentes ocasiones pagándole por ello, pero que la última vez que la vio estaba aún viva.

“Mi único objetivo es trabajar y ayudar a mi familia, no he matado a nadie, no tengo ningún móvil para matar a la víctima”, ha dicho, afirmando que le da “vergüenza” que su hermano, que ha presenciado el juicio tras trasladarse a Almería desde otra provincia del norte del país, haya tenido que escuchar todo lo que ha escuchado.

Sin embargo, el fiscal no ha cambiado ni un ápice su versión de los hechos durante su informe final, asegurando que si no respondió a sus preguntas o a las de la acusación particular, o si no “ha colaborado en nada” en todo el procedimiento”, es porque el acusado “quizá tenga algo que esconder”.

Ha mantenido que si la mujer se prostituía a razón de 5 o 10 euros el servicio, era para darle dinero a su hijo y poder mandarlo a Marruecos, y que por ello había restos biológicos de otras personas, pero que la mujer tenía “restos de sangre en las uñas, era sangre fresca” del acusado.

Considera que queda acreditado el robo porque no quedaba “ni un sólo euro en la casa” y el móvil de la víctima apareció en manos de otra mujer que indicó que había sido L. S. el que se lo había vendido. “Quiso robarle y se resistió, la mata por eso”, ha añadido el representante del Ministerio Público.

Ha asegurado que se trata de una persona “agresiva que quiere dinero” y que por “dinero es capaz de lo que sea”, negando en todo caso que hubiese alevosía en la muerte, tal y como mantiene la acusación particular.

La letrada que lo acusa considera que sí hubo alevosía porque no hubo igualdad de fuerzas y la mujer era una persona vulnerable que vivía sola, que tenía la guardia “baja” por encontrarse en su hogar y conocer de antes al acusado. Insiste en que por todo ello la eligió a ella y no a otra prostituta.

La abogada del hombre, Virginia Ordoño, incide por su parte en que las pruebas vistas en la sala son “un auténtico desastre”, y ha recordado el alto número de sospechosos que hubo, alguno de los cuales llegó a dar indicaciones por teléfono a otro de ellos sobre lo que tenía que declarar; así como la cantidad de huellas y restos biológicos -de hasta once personas- encontradas en el lugar del crimen.

Da “cero credibilidad” a la mujer que compró el móvil de la víctima, y apunta a la “profesionalidad pero también desesperación” de la Guardia Civil para resolver el crimen. Asimismo, ha recordado que no se encontró ni una sola huella de su cliente en cajones u otros sitios en los que podía haber dinero.

La calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso EFE, señala que el acusado contactó durante la madrugada del 31 de marzo del 2018 con la víctima en Las 200 Viviendas de Roquetas de Mar.

Tras esto, se desplazaron al domicilio de la mujer, dónde mantuvieron relaciones sexuales. Sin embargo, el fiscal mantiene que "movido por un ánimo de ilícito beneficio" aprovechó un descuido de la mujer para dirigirse a un armario.

Dentro se encontraba una caja de caudales metálica en la que había dinero, siendo sorprendido por la mujer cuando presuntamente intentaba hacerse con él, momento en el que la habría agarrado fuertemente del cuello, provocando la muerte por una anoxia encefálica. 

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