Por muy difícil de creer que pueda resultar para algunos, para otros las arrugas o las manchas pueden llega a ser más preocupantes que el Cáncer de piel. A este extremo sólo puede llevar algún tipo de trastorno como es el conocido como Tanorexia o adicción al bronceado. La directora de la Unidad de Gestión de Dermatología del Complejo Hospitalario Torrecárdenas, Mercedes Alcalde, ha detallado que se trata de "una condición en la cual una persona genera una necesidad obsesiva para lograr un tono de piel más oscuro, ya sea tomando el sol al aire libre o en cabinas de rayos UVA, y que nunca puede alcanzar al creer tener un tono mucho inferior al real. Nunca logran verse morenas aunque realmente lo están". La doctora ha señalado que el mayor número de casos se registra en mujeres de alrededor de 30 años.

No obstante, ha aclarado que las personas afectadas no acuden al dermatólogo sino que es cuando aparecen las consecuencias de el abuso del sol cuando deciden visitar la consulta. Estos efectos secundarios pueden aparecer en distintas edades, según el tipo de piel. Pero lo realmente sorprendente, tal y como ha comentado la doctora es que hay mujeres a las que le preocupa más la aparición de manchas o arrugas que el propio Cáncer de piel.

La dermatóloga ha insistido en que "bastan diez minutos al día" para obtener los beneficios del sol. Son consejos que se repiten cada año, pero que hay quien todavía no los pone en práctica".

Antes de exponerse a los rayos solares conviene elegir un protector con un índice adecuado al tipo de piel y aplicarlo en las dos horas previas al contacto con los rayos. Por otra parte, también es fundamental utilizar cremas protectoras resistentes al agua, que impidan la acción de las radiaciones UVA, sobre todo en el caso de los niños y los ancianos, que son más sensibles a sus efectos nocivos. Además, las exposiciones al sol han de ser cortas y graduales durante los primeros días para que la piel se adapte de manera progresiva. Los expertos recuerdan también que se debe evitar tomar el sol en las horas de mayor intensidad, es decir, entre las 12:00 y las 16:00 horas.

Y en el extremo opuesto se encuentra la Tanofobia. Se trata de una aversión irracional al sol por sus potenciales efectos peligrosos y, en ocasiones, resultado de excesivas recomendaciones sobre la protección solar. También es una elección dañina ya que se asocia a déficit de vitamina D. Esto sucede más a menudo en personas entre 50 y 60 años.

Mercedes Alcalde ha apuntado que esta patología es muy poco común si bien es cierto que en las consultas de Torrecárdenas se ha atendido a personas por los efectos secundarios de la Tanofobia. La carencia de vitamina D no es una de las causas por las que acuden al especialista en Almería, ya que "vivimos en una ciudad en la que esto es prácticamente imposible ya que por mínima que sea la cantidad de sol que podamos coger, esta aporta la cantidad de vitamina D D suficiente".

La falta de esta vitamina se asocia a osteopenia con reblandecimiento y debilitamiento de los huesos.