Una vida sobre las nubes: así es el pueblo más alto de Almería

A más de 1.200 metros de altitud, sus vecinos resisten al aislamiento con una vida marcada por la nieve, el silencio y la montaña

Almería tiene un pueblo en el que aún se puede dormir tapado en verano

La localidad de Bayárcal, el pueblo más alto y más fresco de Almería.
La localidad de Bayárcal, el pueblo más alto y más fresco de Almería. / DDA

El municipio de Bayárcal, en la comarca de la Alpujarra almeriense, desafía la lógica del clima mediterráneo y se consolida como el techo de la provincia al estar situado a 1.258 metros de altitud, siendo el pueblo más alto de Almería y uno de los más elevados de toda Andalucía. Esta localización excepcional, a tan solo 76 kilómetros de la capital, forja el carácter de una vida que transcurre entre la nieve en invierno, el verdor de los castaños y un aire tan puro y limpio que transporta a sus vecinos a otro siglo. Sus calles empinadas y el horizonte lleno de pinares hacen que los inviernos sean largos y los veranos, por contra, muy breves.

Bayárcal.
Bayárcal. / DDA

El refugio más fresco de la provincia

La diferencia de cotas ofrece a Bayárcal un privilegio climático único en toda la provincia de Almería. Mientras la costa almeriense y el interior superan habitualmente los 35 grados en la temporada estival, este núcleo alpujarreño apenas roza los 27 °C de máxima media durante el día. Las noches de verano se presentan mucho más frescas, llegando a bajar hasta los 16 °C, según datos meteorológicos. Este dato lo convierte, de manera ineludible, en el pueblo más fresco del verano y un auténtico refugio frente al calor extremo que azota Andalucía.

El desafío de la supervivencia

Con una población que apenas supera los 300 habitantes, Bayárcal encarna la resistencia de los pueblos de montaña frente a la despoblación. Su densidad se sitúa en menos de nueve vecinos por kilómetro cuadrado, una de las más bajas de la provincia, con una población mayoritariamente avanzada en edad. Quienes permanecen en este rincón de la Alpujarra aseguran que el aire frío y limpio que respiran no es comparable con ningún otro lugar, aprendiendo a convivir con la nieve y las bajas temperaturas como parte natural de su día a día.

Su entorno está completamente abrazado por el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, lo que garantiza un ecosistema diverso y rico. El paisaje es un mosaico natural donde se intercalan pinos, encinas y castaños, hábitat de especies como la cabra montesa y numerosas aves rapaces. En otoño, el color de las hojas tiñe el valle del río Bayárcal, que marca la frontera natural con la Alpujarra granadina. El aroma a romero y tomillo envuelve el ambiente y las chimeneas se encienden incluso en pleno mes de julio.

La joya mudéjar de la Alpujarra

Las raíces de este municipio alpujarreño se hunden en el pasado de Al-Ándalus. Su diseño urbano conserva la esencia morisca, con casas encaladas y tejados de pizarra, adaptándose al terreno montañoso. La Iglesia Parroquial de San Francisco Javier, construida en el siglo XVI, destaca como su monumento más significativo. Esta joya arquitectónica mezcla el estilo mudéjar y el barroco, y alberga retablos de gran valor histórico y artístico, atrayendo el interés cultural.

Las fiestas en honor a San Francisco Javier y la Inmaculada Concepción se celebran cada 8 de diciembre, marcando el inicio del invierno. No obstante, destaca también la popular Fiesta del Otoño, que pone en valor los productos locales, la música tradicional y el vino de altura que se produce en la comarca. Durante la Semana Santa, se mantiene viva la tradición ancestral de la quema de los “pedropalos”, un rito que simboliza la victoria del bien sobre las fuerzas del mal.

La economía de Bayárcal se sustenta históricamente en la agricultura de montaña y en la ganadería tradicional. Sin embargo, en los últimos años el turismo rural ha experimentado un crecimiento notable, aprovechando su frescura y su proximidad a Sierra Nevada. El municipio ofrece alojamientos rurales a precios asequibles para quienes buscan desconexión o teletrabajo en un entorno único.

Cerca del Puerto de la Ragua

El acceso al municipio se realiza principalmente a través de la carretera AL-5402, una vía sinuosa que conduce directamente al Puerto de la Ragua. Este recorrido representa un ascenso literal desde el nivel del Mediterráneo hasta las cumbres de Sierra Nevada, ofreciendo unas vistas que justifican el esfuerzo. Los vecinos de Bayárcal saben que su altitud, aunque complica a veces la llegada de servicios como la cobertura móvil o la fibra óptica, también es una virtud inigualable. Desde su plaza, el horizonte muestra un mar infinito de montañas que separa Almería y Granada, confirmando el apodo de “el techo de Almería” que se gana cada atardecer.

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