Chequeo al Rafael Florido y Jairo Ruiz para zanjar su desgaste con otra empresa

María Victoria Revilla

Pabellón Rafael Florido y los centros deportivos Jairo Ruiz y Juan Antonio Segura. Son las instalaciones, propiedad del Ayuntamiento de Almería, que se encuentra desde la pandemia en el ojo del huracán debido al deterioro progresivo de los equipamientos que sigue gestionando, mediante concesión, la empresa Supera (Sidecu), inmersa en un proceso judicial, aún sin resolver, y con un contrato que vence en febrero de 2026. Con esta fecha bien presente, el Patronato Municipal de Deportes se ha metido de lleno en el relevo de la concesionaria con un chequeo minucioso del estado actual de estos equipamientos deportivos.

El Ayuntamiento ha contratado para ello a una consultora externa, que se ha encargado de realizar la evaluación de deficiencias y necesidades con vistas a ajustar costes del estudio de viabilidad sobre el que el equipo de gobierno se dispone a asentar los pliegos de condiciones para licitar la concesión de estos tres centros deportivos, según ha explicado el concejal de Ciudad Activa, Movilidad Urbana y Deporte, Antonio Jesús Casimiro.

“El diagnóstico del estado del Rafael Florido y los otros dos centros deportivos los ha hecho una consultora externa y contamos con la información necesaria para elaborar los pliegos de condiciones”, ha abundado el responsable municipal, quien apunta que los técnicos municipales se encuentran ya inmersos en esta labor de cara a lanzar la licitación antes de que finalice el año en curso. El objetivo es claro: “Queremos que, en cuanto termine el actual contrato, entre la nueva concesionaria sin que las instalaciones se vean afectadas” y sin que, como apunta el edil, el Ayuntamiento se vea obligado al cierre de las mismas hasta finalizar el proceso de adjudicación con la entrega de ‘llaves’ a la futura concesionaria.

Mientras, en curso se encuentra el litigio entre el Ayuntamiento y Supera, que tiene por origen el cierre de piscinas que, en septiembre de 2022, denunciaba la asociación de consumidores Facua tras recibir quejas por parte de los usuarios, así como otras carencias en las instalaciones citadas que motivaron la apertura por parte del Ayuntamiento de un expediente sancionador, planteándose el Consistorio la rescisión del contrato, si bien este llegará a su término.

A lo largo de este tiempo, los inspectores municipales han girado visitas al objeto de observar el estado de conservación y mantenimiento que muestran las instalaciones, determinando en varios informes que es “manifiestamente insuficiente” y determinando faltas de distinta consideración (leves y graves).

Las noticias sobre las goteras en el pabellón del Rafael Florido se han venido sucediendo con protestas de usuarios por los servicios recibidos en el Jairo Ruiz, ubicado en el barrio de Los Ángeles, donde de forma “unilateral”, según el Ayuntamiento, la empresa procedía a la clausura de la piscina, sin que después el concesionario atendiera los “reiterados” requerimientos efectuados desde la administración municipal. Así las cosas, el Consistorio pretende revertir la situación de cara a la mejora de los servicios de estas instalaciones mediante la nueva concesión que arranque con su puesta a punto.