Así tratan de desalojar en Almería a un "okupa con mucha jeta"

Una empresa de 'desokupación' confirma una nueva intervención en la capital almeriense, centrando su actividad en un inmueble ubicado en la conocida Plaza Pavía. El equipo de la compañía se desplaza hasta la zona para intentar negociar la salida del ocupante, señalado por el propietario como una persona con "mucha jeta". No obstante, tras personarse en la vivienda y realizar varias llamadas a la puerta, nadie contesta desde el interior del domicilio. Esta falta de respuesta impide iniciar cualquier tipo de diálogo o negociación, dejando la recuperación del inmueble en una fase de advertencia.

La frustración de la mediación exprés en la capital almeriense

La compañía DesokupaCyl, que afirma trabajar de manera continua, con un ritmo de "más desocupaciones que vidas", se identifica claramente como una empresa de desocupación y mediación, actuando en todo momento en nombre del propietario. El mediador llama repetidamente a la puerta, preguntando si le escuchan, pero la ausencia total de respuesta frustra el primer contacto directo que busca DesokupaCyl. La estrategia de la empresa se basa en la inmediatez y en la presión constante sobre el ocupante para que abandone voluntariamente la propiedad, pero este método requiere un mínimo de interacción para avanzar.

El famoso adhesivo de DesokupaCyl como advertencia

Ante la imposibilidad de contactar con el inquilino, el equipo de DesokupaCyl recurre a su herramienta más característica para dejar constancia de su visita y sus intenciones: la famosa pegatina.

El mediador deposita en un lugar visible no solo una, sino dos de sus "pegatinas más poderosas", con el mensaje claro y contundente de "Ocupa fuera". Este adhesivo actúa como un ultimátum no verbal que, según la propia empresa, suele generar llamadas o movimientos por parte de los ocupantes que fuerzan el diálogo en un momento posterior.

La promesa de una nueva visita al domicilio de Plaza Pavía

A pesar de no lograr el desalojo en este primer intento por la falta de respuesta, el equipo anuncia su intención de volver a la vivienda de Plaza Pavía para proseguir con su labor de presión y mediación. La estrategia de la compañía pasa por la persistencia y la vigilancia del inmueble hasta que se consiga establecer el contacto.

Esta actuación directa busca dar una respuesta rápida a un propietario desesperado que, en un intento de recuperar su casa, ha recurrido a los servicios privados ante la lentitud de los procesos judiciales tradicionales.

La pegatina como detonante de futuros contactos

El hecho de que el equipo solo pueda dejar constancia de su presencia mediante las pegatinas es un revés inicial para la mediación, pero no el fin del proceso de desocupación. La empresa espera ahora que el aviso y la consecuente presión social y legal empuje al ocupante a buscar un acuerdo antes de una escalada del conflicto.

La viralización del video en redes sociales amplifica el alcance del mensaje, buscando generar un entorno en el que el ocupante sienta la necesidad de abandonar el inmueble. La acción finaliza con la reiteración del grito de guerra: "Ocupa afuera", que queda resonando en el barrio.