Se caracteriza por la inflamación de las estructuras que conforman el encéfalo (cerebro, cerebelo y tronco encefálico) y que puede afectar a tejidos circundantes como las meninges (meningoencefalitis). Tal y como han informado desde la Unidad de Gestión Clínica de Neurología del Complejo Hospitalario Torrecárdenas en el Día Mundial de la Encefalitis, cada año se diagnostican entre 10 y 20 casos en la provincia, una cifra que se eleva a alrededor de 1.200 nuevos casos de encefalitis en España, con un índice de mortalidad del 5-20% de los casos y dejando secuelas en más del 20% de los supervivientes.

Según han detallado desde la Sociedad Española de Neurología (SEN), la encefalitis constituye un importante reto sanitario debido a su alta morbi-mortalidad, una mortalidad que es mayor aún en los países de bajos ingresos. Aproximadamente, en Europa, se producen entre 0,5 y 7 casos por cada 100.000 habitantes al año de encefalitis, sin embargo se considera una entidad infradiagnosticada e infradeclarada.

El neurólogo Almeriense Pablo Quiroga ha detallado que las manifestaciones clínicas más frecuentes de la encefalitis son fiebre, dolor de cabeza intenso, desorientación, somnolencia, trastornos en el lenguaje, cambios conductuales y crisis convulsivas. Hasta la fecha, el virus del herpes simple (tanto del tipo 1 como del 2), el Epstein-Barr, el VIH y los virus del sarampión, paperas, polio o rubeola (en personas no vacunadas) son la causa de encefalitis más común, y también los virus causantes de casos con mayor probabilidad de muerte en el mundo. Se han identificado más de 100 virus que son capaces de infectar el sistema nervioso.

La falta de diagnóstico etiológico está también asociada a otros factores: existe un amplio número de posibles agentes productores de esta enfermedad y el proceso inflamatorio del sistema nervioso central (SNC) puede ser no infeccioso. Además, solo en menos del 50% de los casos se llega a identificar el agente causal, siendo el más común virus como los herpes, enterovirus y arbovirus.