Vivir en Almería es ahora más difícil: el dinero rinde cada vez menos
La inflación avanza un 69% en Almería mientras los salarios solo crecen un 52%
Almería, provincia con menor poder adquisitivo: un 28% menos que la media española
La provincia de Almería afronta dos décadas de pérdida real de nivel de vida: los precios han subido muy por encima de los ingresos, según el IECA, el INE y la Agencia Tributaria. El coste de lo esencial —comida, vivienda y energía— se ha disparado desde 2002, mientras que el salario medio avanza a un ritmo mucho más lento, dejando a los hogares con menor capacidad de compra que hace veinte años.
El IPC provincial ha pasado de 70,123 puntos en 2002 a 118,581 puntos en 2025, un aumento del 69,1%, según los datos publicados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. La presión inflacionaria se concentra en los grupos que más pesan en el presupuesto familiar y que definen buena parte del nivel de vida en la provincia.
La alimentación se encarece más de un 100%
El grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas es el que más sube en todo el periodo. El índice pasa de 64,942 a 132,232 puntos, un incremento del 103% que convierte a la cesta básica en el principal factor de pérdida de poder adquisitivo en Almería. El impacto es generalizado y afecta especialmente a familias con gastos más altos en productos esenciales.
La vivienda y los suministros suben un 93%
El grupo de vivienda, agua, electricidad y gas también ha registrado un encarecimiento notable. De 59,547 a 114,742 puntos, la subida es del 93%, lo que sitúa a los suministros energéticos como uno de los elementos que más condicionan el presupuesto mensual de los hogares almerienses.
El gasto en restauración y hoteles, relacionado de forma directa con los hábitos y costes del día a día en la capital y municipios turísticos, ha aumentado un 79,4%, pasando de 69,427 a 124,530 puntos. El ocio fuera del hogar es hoy considerablemente más caro que hace dos décadas.
Los salarios crecen, pero mucho menos
Mientras tanto, los ingresos avanzan a menor ritmo. Según la Agencia Tributaria, el salario medio bruto anual en Almería pasó de 10.668 euros en 2002 a 16.220 euros en 2021, un aumento del 52%. Los registros del IECA añaden valores similares: 15.957 euros en 2022 y 16.945 euros en 2023. Ninguna de estas cifras compensa la subida del coste de la vida.
La distancia entre ambas curvas —precios por un lado, salarios por otro— confirma una pérdida sostenida de poder adquisitivo. La presión se concentra en los grupos esenciales, donde el encarecimiento supera con mucha diferencia el crecimiento de las nóminas.
Un impacto directo en la economía familiar
La subida del coste de lo básico ya condiciona decisiones como el ahorro, el consumo, el alquiler o el mantenimiento del hogar. Los hogares de Almería destinan hoy una proporción mayor de sus ingresos a cubrir gastos fijos, especialmente energía y alimentación, lo que reduce el margen económico disponible para otros usos.
El desequilibrio es general en España, pero resulta más visible en provincias donde los salarios parten de niveles más bajos, como ocurre en Almería. Con ingresos más ajustados y precios más altos, la pérdida de nivel de vida se vuelve más acusada.
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