LA gran carga de trabajo que soporta el juzgado de menores de Almería le ha obligado a alargar su jornada laboral y, pese a que asegura que su trabajo le fascina, admite que tiene que hacer encaje de bolillo para conciliar la vida laboral y familiar. Mari Ángeles González Magán es la fiscal delegada de menores en Almería.

-¿Se han incrementado los delitos cometidos por menores en la provincia de Almería?

-Si. Hay un patrón de menores con trastornos de conducta que va en aumento. Nos llegan las cifras de la Delegación de Educación donde se refleja que en las aulas de orientación cada vez están tratando a más menores. También la Unidad Infantojuvenil de Salud Mental del hospital provincial está desbordada de trabajo. Los centros para menores con trastornos de conducta están al límite de su capacidad. Las cifras hablan por sí solas y en sólo un año en Almería se ha incrementado un 12% la delincuencia infantil, una cifra altísima que sigue en una tónica de progresivo aumento, al igual que en la jurisdicción ordinaria de mayores.

-¿A qué se debe este incremento?

-Indudablemente son muchos los factores influyentes, pero hay dos que pueden ser claves en este proceso. El equipo técnico de la fiscalía ha concluido, a raíz de analizar los perfiles de los menores con los que trabajan a diario, que el absentismo escolar es un claro factor criminógeno, pero en nuestro código penal no hay un mecanismo para luchar contra él, por lo que muchas veces nos vemos imposibilitados. Un menor absentista está ocioso y al no saber a qué dedicarse acaba cometiendo delitos. Por otro lado, cada vez más los jóvenes que, por experimentar nuevas sensaciones, prueban sustancias estupefacientes a edades muy tempranas. La droga supone un factor clave.

-¿Cree que la Ley del menor debería endurecerse como están reivindicando numerosos colectivos a raíz de casos tan graves como por ejemplo el de Marta del Castillo?

-La Ley del menor lleva muchos años y con ella se va trabajando y está respondiendo bien. Pero sí soy defensora de bajar la edad penal. Ahora sólo se puede intervenir con carácter sancionador con menores a partir de los 14 años y nos damos cuenta de que hay supuestos de menores que antes de cumplir los 14 años llevan ya una trayectoria delictiva impresionante. Concretamente, en Almería hemos tenido menores que con 14 años se le han archivado ya hasta 42 diligencias y no se le puede hacer nada porque no tiene la edad. Para el menor es perjudicial porque se le ocasiona una sensación de impunidad, y para la víctima es una sensación de que la justicia no actúa. Para mí sería conveniente que la edad penal se rebajara a los 12 años y que a partir de ahí sea el fiscal es el que instruya y valore si por las circunstancias del menor se debe intervenir o si se desiste hasta que tenga 14 años. La realidad es que cuanto más temprano se pueda actuar con menores delictivos, más efectivos serán todos los mecanismos.

-¿Cuáles son las infracciones más graves que se han investigado en la Fiscalía de menores de Almería?

-Ha habido de todo pero principalmente los delitos contra la salud pública en los que una vez que se ha llevado a cabo la investigación, incluso con intervenciones telefónicas, se ha visto que había menores implicados. El año pasado hubo diez casos de este tipo. También hay muchísimos delitos contra la libertad sexual. Tantos que sólo en 2009 se investigaron 31. En el último año no ha habido delitos de asesinato ni homicidios en los que hubiera menores implicados. La mayoría de los delitos cometidos por menores en Almería son contra el patrimonio, es decir, robos con violencia y también con intimidación, así como lesiones.

-¿Es habitual el uso de armas entre los menores delincuentes?

-Sí suelen llevar armas, sobre todo en delitos de lesiones y robos con violencia e intimidación. Hemos tenido incluso casos de tenencia ilícita de armas de fuego, aunque son los menos. Las armas blancas como navajas y cuchillos, o bates de béisbol, son los más habituales. Lo que sí se ha detectado mucho el uso de internet para la comisión de infracciones. Amenazas, injurias e insultos son frecuentes hacia profesores y hacia compañeros de clase, e incluso se han dado casos de grabaciones de vídeos con el teléfono móvil que después cuelgan en internet y se puede ver el grado de violencia que emplean en sus actuaciones.

-¿Cómo de habituales son los casos en los que la herramienta clave del delito es internet?

-Se ha experimentado un incremento notable de grabaciones de agresiones, incluso de delitos contra la libertad sexual. En la fiscalía de Almería hemos tenido casos de verdaderas violaciones y agresiones sexuales a un menor mientras otro lo grababa para después publicitarlo en internet. Por otro lado, también se han investigado casos de pederastia por internet y, aunque al año pasado no hubo ninguno, en 2008 se llegaron a practicar varias entradas y registros en domicilios.

-¿Cuál es el perfil de menor delincuente?

-La gran mayoría son españoles, pero sí es cierto que cada vez hay más extranjeros. En 2009 tuvimos 502 menores enjuiciados y de ellos 132 eran de nacionalidad extranjera, destacando los procedentes de países norteafricanos como Marruecos y Argelia. También se ha incrementado los juicios a menores rumanos. Indudablemente no se puede equiparar el perfil de menor, inmigrante y delincuente. Por supuesto que no. Pero sí es cierto que va en aumento y sólo con echar un vistazo a los centros de menores uno puede hacerse una idea de la realidad de Almería.

-¿Cuáles son los casos más duros a los que se ha enfrentado a lo largo de su carrera profesional?

- Lo cierto es que sólo hemos tenido un asesinato desde que yo estoy en menores. Pero sin duda, los más duros son los delitos contra la libertad sexual. Cuando llegué a menores observé un incremento de este tipo de delitos que se producen en una etapa de la vida en la que los menores intentan vivir nuevas experiencias y que, por una falta de educación e implicación de los padres, no tienen una educación sexual. Si es cierto que los abandonos de bebés en contenedores también han sido casos muy duros porque además de la obligación de dar protección al menor, que es la víctima, la madre en varias ocasiones también ha sido menor de edad, por lo que además de tener que enjuiciarla, también es obligatorio velar por sus derechos y protegerla. En general, en la provincia de Almería es preocupante que cada vez se vea más violencia y uso de armas en los delitos.

-¿Cuántos son los casos en los que los menores reinciden una vez que han cumplido la medida?

-Si hay menores reincidentes. De hecho, lo más insatisfactorio de esta profesión es cuando trabajas con un menor con 14 años y lo estás viendo hasta con 18 e incluso ya pasada la mayoría de edad. En estos casos es cuando nos planteamos si la medida que decidimos como adecuada fue realmente la mejor. Sin embargo hay muchos que logran reinsertarse, sobre todo los que tienen familias que les apoyan. Sin embargo, no siempre se cumplen patrones y se han dado casos de menores con familias desestructuradas que han conseguido reinsertarse en la sociedad. Sin duda esta es una de las cuestiones más satisfactorias. En la comarca del Mármol los empresarios han cumplido un papel ejemplar en este sentido. Son muchos los que se han implicado para que menores delincuentes que cumplen medidas dictadas por el juez consigan normalizar su vida con el simple gesto de darles o enseñarles un oficio. Al principio fue difícil concienciar a los empresarios, pero después apostaron fuerte y han ayudado a reinsertar a cientos de niños. Lo complicado llega una vez que terminan de cumplir la medida y vuelven con su familia, pues son muy vulnerables y si no tienen las condiciones adecuadas es fácil recaer.