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Los nuevos inmigrantes se concentran en una treintena de barrios de Almería, estos son

La provincia recibe más de 55.000 nuevos extranjeros en apenas cuatro años, con una concentración masiva en apenas diez municipios

Almería multiplica por 17 las nacionalizaciones de extranjeros en dos décadas

Una mujer camina de la mano de su hijo por las calles de la ciudad. / Javier Alonso

Almería ha vuelto a mudar de piel en apenas cuatro años. Más de 55.000 inmigrantes han llegado a la provincia desde 2020 y la inmensa mayoría se concentra en solo diez municipios y, dentro de ellos, en unos pocos barrios que se han convertido en auténticos polos de atracción.

El fenómeno no es homogéneo: mientras algunos pueblos apenas notan el impacto, otros han visto cómo la llegada de nuevos vecinos transforma su demografía y su vida diaria. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), elaborados a partir del padrón municipal y las secciones censales, la capital, Roquetas de Mar, El Ejido, Níjar y Vícar lideran la lista, seguidos por Adra, Huércal de Almería, Vera, Garrucha y Cuevas del Almanzora.

La capital, motor de llegada

En Almería capital, han llegado desde 2020 más de 12.300 inmigrantes, lo que supone en torno al 22% del total provincial. La llegada se concentra en barrios como El Puche, Los Ángeles y El Zapillo, que suman más de 4.000 nuevos residentes extranjeros. El fenómeno refuerza el peso de la capital como primer destino, aunque con desigual distribución interna.

El Poniente sigue atrayendo

En Roquetas de Mar, la inmigración es ya parte esencial de su identidad. En estos cuatro años han llegado más de 11.800 inmigrantes, y la población extranjera supone ya casi un tercio del total. Los barrios de Las Marinas, Aguadulce Norte, 200 Viviendas o Cortijos de Marín superan en conjunto los 5.000 recién llegados, consolidando a Roquetas como epicentro de la diversidad cultural de la provincia.

El Ejido ha recibido en este tiempo casi 10.500 inmigrantes, atraídos en buena medida por el empleo agrícola. El reparto se concentra en El Ejido centro, Santo Domingo, Las Norias de Daza, San Agustín, Balerma Santa María del Águila donde la mano de obra vinculada a los invernaderos refuerza un patrón de asentamiento histórico.

Vícar se ha consolidado como municipio receptor, con más de 5.600 inmigrantes en cuatro años. Los barrios de La Gangosa, Puebla de Vícar y Las Cabañuelas son los que más crecen, beneficiados de la proximidad a Roquetas y El Ejido.

En el extremo occidental de la provincia, Adra ha recibido más de 4.800 inmigrantes desde 2020. La concentración se da en Puente del Río, La Curva y el casco urbano, donde la población extranjera forma ya parte del tejido económico, especialmente en la agricultura y los servicios.

Huércal de Almería, la puerta de la capital

Municipio residencial por excelencia, Huércal de Almería ha registrado 3.900 nuevos vecinos en este periodo. Los barrios de El Potro, Villa Inés y Los Pinos son los que más crecen, reforzando el papel de Huércal como zona de acogida para trabajadores que desarrollan su vida laboral en la capital.

Níjar puja en el Levante

El municipio de Níjar ocupa el cuarto lugar del ranking con más de 8.700 inmigrantes desde 2020. Los núcleos de San Isidro, Campohermoso y Atochares son los que más crecen, en un modelo marcado por la agricultura intensiva y la cercanía a los invernaderos del Campo de Níjar.

En Vera, más de 3.600 inmigrantes han llegado desde 2020, con un perfil distinto al del Poniente. Aquí destacan Vera Playa y el casco histórico, donde se instalan británicos, alemanes y europeos del norte, que aportan un componente turístico-residencial al fenómeno migratorio.

El municipio de Garrucha ha recibido unos 2.800 inmigrantes en cuatro años, concentrados en el casco urbano y Las Escobetas. La hostelería, el comercio y el sector pesquero explican buena parte de esta llegada.

Cierra el top diez Cuevas del Almanzora, con más de 2.400 inmigrantes desde 2020. Los núcleos de Palomares y Las Herrerías destacan como puntos de atracción, vinculados a la agricultura, la construcción y la proximidad al litoral del Levante.

Un mapa desigual

El reparto por municipios muestra un patrón muy claro: más del 70 % de los inmigrantes que han llegado a la provincia desde 2020 se concentran en estos diez municipios. Y dentro de ellos, apenas una treintena de barrios concentran la mayor parte de las llegadas.

En la capital, barrios como El Puche o Los Ángeles superan individualmente los mil nuevos residentes extranjeros en solo cuatro años, reflejando la fuerte concentración en zonas con tradición migratoria.

En el Poniente, los barrios agrícolas marcan la diferencia: Santo Domingo, Las Norias o San Isidro son auténticos núcleos de población extranjera, con tasas superiores al 40 % en algunos casos.

El Levante, en cambio, atrae más población europea y jubilados, lo que explica el crecimiento en Vera Playa o Palomares, con un perfil muy distinto al de los barrios del Poniente.

Los datos también muestran un fenómeno de reagrupamiento: la mayoría de los recién llegados se instalan en barrios donde ya existe comunidad de su mismo origen, reforzando redes sociales, laborales y culturales.

El peso del sector agrícola, la vivienda más barata y las cadenas familiares explican en buena medida la distribución. Pero el resultado es claro: el mapa migratorio de Almería se ha polarizado en unos pocos barrios y municipios.

La fotografía final refleja una realidad incontestable: Almería no solo sigue siendo una de las provincias con mayor peso de población extranjera en España, sino que dentro de ella hay barrios concretos que concentran la mayoría de llegadas. Unas zonas donde la inmigración no es una novedad, sino el motor cotidiano de su crecimiento.

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