La Mesa en Defensa del Ferrocarril de Almería asegura que la introducción de una modificación en el proyecto de soterramiento del paso a nivel de El Puche en la capital es una “excusa peregrina” del Gobierno para tratar de justificar los retrasos y la paralización de la obra, ante la que han demostrado una “falta de previsión inaceptable”, explica el coordonador de la Mesa, José Carlos Tejada. “Mucho ha tardado en reconocer el Gobierno de España a través de su portavoz Fernando Martínez que la obra efectivamente está paralizada”, afean, recalcando que ya advirtieron “hace cinco meses” que las obras se habían detenido.

En esta línea, se han vuelto a cuestionar si entre los motivos por los que la subcontrata de la adjudicataria Comsa, que “estaba construyendo los muros de pantallas, desmontó todas sus maquinarias y dejó la obra sin finalizar”, se encuentran los impagos de la primera certificación de la obra.

“Se han ido sin terminar los muros de pantallas cercanos al antiguo paso a nivel, lo que va impedir echar la losa definitiva que permitiría la construcción de la futura rotonda de la barriada de El Puche”, han apuntado desde la mesa.

Para la plataforma, la suspensión de las obras se traduce en el incumplimiento del plazo de 13 meses que se dio para realizar los trabajos y “recuperar los tránsitos de trenes” hasta la capital “a lo que hay que sumar el tramo Río Andarax-Puche”, dado que “pese a que se firmó el acta de replanteo hace ya cinco meses, aún no han comenzado las obras” que cuentan con año y medio de ejecución.

Frente a las previsiones de Fomento, que contemplan la llegada de la Alta Velocidad en Almería en 2023, la Mesa del Ferrocarril ha reclamado a la clase política “un poco de rigor en sus mensajes y que no mientan más a los ciudadanos en esta cuestión” puesto que, según sus cálculos, la conexión mediante AVE no llegará “hasta finales del año 2025 principios del año 2026 con suerte”.

La entidad realiza sus previsiones en base a que “aún no se han iniciado ninguna obra en ninguno de los tramos” toda vez que los plazos de ejecución de los tramos pendientes de construir “rondan los 32 meses de media, es decir, casi tres años contando con que no haya retrasos”.

Ahondan que “al día de la fecha no hay estudio informativo sobre estos tramos para poder licitar la súper estructura que conllevará la instalación de señalizaciones, comunicaciones de fibra óptica, la colocación de las catenarias y de las líneas de alta tensión para llevar la electricidad a las dos o tres subestaciones que se deberán construir en un futuro, para lo que hará falta al menos 12 meses para su ejecución”, entre otros aspectos.