Almería

Entre las olas de un Mar de nardos fue la Patrona

  • La Virgen del Mar puso el broche de oro a estas fiestas de agosto con su procesión por las calles de la ciudad. La Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar, al cumplir una década, abrió el cortejo.

CONCLUYÓ, ahora sí que sí, la Feria en honor a la Santísima Virgen del Mar. Con la procesión de la Patrona de Almería, olvidada por desgracia por la mayoría de almerienses, concluyeron estas fiestas patronales de 2016. Eso sí, estuvieron los que tenían que estar. Y es que a las siete de la tarde la Plaza que recibe el nombre de la Madre de Almería, Virgen del Mar, presentaba un aspecto inigualable, nada parecido al de la Ofrenda Floral del pasado viernes.

Fue a las siete y cuarto cuando se abrió la Puerta Principal del Santuario de Santo Domingo de Guzmán para que saliese la Cruz Parroquial que inició el larguísimo cortejo procesional. Tras esta, la Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar de Huércal de Almería, que recibe su nombre en honor precisamente de la Patrona, abrió el citado desfile con sus sones en este año especial para ellos ya que cumplen una década de vida.

Tras esta se situaron las hermandades de la provincia que quisieron estar presentes, un año más en la procesión votiva de la excelsa Patrona. La Hermandad de la Cruz del Voto de Canjáyar, junto a otras tantas, se desplazaron hasta la capital para participar en el desfile. Las corporaciones de la capital, por orden de antigüedad fueron las siguientes en hacer acto de presencia. Las hermandades de gloria del Carmen y también la del Rocío participaron de igual modo en este numeroso cortejo. La Agrupación de hermandades precedió la salida de las corporaciones filiales de la Virgen del Mar de Sevilla, Madrid y de Barcelona.

Tras la Banda de Música de Santa Cecilia de Sorbas, que puso sus sones un año más injustamente en el centro del cortejo, se situaron las mantillas y las Camareras de la Patrona con su Camarera Mayor a la cabeza. Los Padres Dominicos y la Junta Directiva con la presidencia formada por el Teniente Hermano Mayor, Hermano Mayor y pregonero de este año, precedieron al trono de la Santísima Virgen del Mar. Este fue escoltado por seis ciriales y seis acólitos turiferarios y ceroferaios. A las siete y media se escuchó el primer sonido de campana en el interior del templo. Eduardo de Vicente, José María Martínez Campos y Manuel Ceregido llamaron a sus horquilleros para que comenzarse la procesión. A las 19:35 salió la Patrona a la calle entre aplausos, vítores, lágrimas y el estruendo de los cohetes, entremezclado con los acordes del Himno interpretado por la Banda Municipal de Música de Almería. Una nube de incienso y una montaña de nardos no fueron impedimento para que los almerienses contemplasen a su Reina en su máximo esplendor, llevando su manto regio y no el turquesa que llevó el pasado año, aunque el trono no llevó las ánforas traseras para que el manto no sufriese debido a sus años de antigüedad.

El alcalde de la ciudad, Ramón Fernández-Pacheco, realizó la primera levantá del trono en la Plaza Virgen del Mar. La Patrona comenzó a mecerse y reviró hacia la calle General Tamayo desde donde llovieron los primeros pétalos de flores. Tras el manto de la Patrona se colocó, como siempre, la curia almeriense con el Obispo de la Diócesis al frente. El ayuntamiento, con su citado alcalde; y Diputación, con su presidente Gabriel Amat, también acompañaron a la Virgen del Mar. Cerraron el cortejo las autoridades militares de la ciudad.

La procesión prosiguió por Javier Sanz, Rambla Obispo Orberá hasta Navarro Rodrigo. Aquí, la Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar interpretó la marcha 'Oh, Bendita Estrella' para enfilar el Paseo de Almería. La Banda de Música Santa Cecilia de Sorbas, por su parte, interpretó en este enclave la marcha 'Señora de Santa Genoveva'. En el edificio de Diputación se detuvo el trono de la Patrona. Allí, tanto ayuntamiento como el citado organismo entregaron sendos ramos de flores a la Virgen del Mar. El propio Gabriel Amat fue quien realizó aquí la levantá del trono para dirigirse este hacia el paseo en busca de la Plaza Circular. Aquí, como marca la tradición, la imagen se dirigió al mar y tras unas palabras del Obispo, Adolfo González Montes, se cantó el Himno a la Patrona. La procesión prosiguió, tras este momento que reunió a multitud de feligreses en este punto álgido, por Gerona y Álvarez de Castro hasta llegar a la Plaza Virgen del Mar. Tras entrar todo el cortejo, el trono se detuvo en este punto para cantarle a la Patrona la Salve Popular. Después de la bendición impartida por el obispo, la Virgen del Mar hizo su entrada en el templo a las 22:27 de la noche con los sones del Himno y el estruendo de los cohetes.

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