¿La peor provincia para jubilarse? Esto es lo que cobra de media un pensionista en Almería

Tras años en la sombra, la provincia registra un aumento del 5,11%, una de las mayores subidas del país

Reabren sus puertas en Almería estas oficinas de la Seguridad Social

Varias personas conversan en la calle sentados en un banco.
Varias personas conversan en la calle sentados en un banco. / DDA

Durante años, Almería ha ocupado el último vagón del tren de las pensiones en España. Sus cifras eran las más bajas de Andalucía y una de las más reducidas del conjunto nacional. Sin embargo, algo empieza a moverse: en el último año, la pensión media contributiva en la provincia ha crecido un 5,11 %, por encima del 4,86 % de la media nacional. Es una de las subidas más significativas del país.

Este repunte supone un incremento de 42,19 euros al mes respecto al año pasado, que sitúa la pensión media actual en 1.079,99 euros. Aunque esta cantidad sigue dejando a Almería como la tercera provincia con la pensión más baja de España —solo por encima de Lugo y Ourense—, es también una señal de que empieza a recortar distancias históricas.

Cerrando la tabla andaluza

Aun así, la provincia sigue cerrando la tabla andaluza. Las diferencias con sus vecinas son claras: Cádiz roza los 1.300 euros, Málaga supera los 1.260, y Sevilla se acerca a los 1.250 euros. Incluso provincias tradicionalmente agrarias como Jaén (1.130,13 €) y Córdoba (1.137,85 €) muestran mejores cifras.

El panorama se agrava si se observa el detalle de las pensiones por tipo de beneficiario. Las 29.019 personas que reciben pensión de viudedad en Almería perciben una media de 792,69 euros, una de las más bajas del país. Solo algunas zonas del noroeste peninsular se acercan a estas cifras, siempre ligadas a historiales laborales de menor cotización.

Orfandad

En el caso de los huérfanos (5.461 pensiones activas), la media mensual se queda en 442,40 euros, muy por debajo del promedio nacional, que ronda los 530 euros. Este dato sitúa a Almería entre las provincias con menor protección para este colectivo vulnerable.

El total de pensiones contributivas en la provincia asciende a 118.258, de las cuales 72.020 corresponden a jubilación. La pensión media en este último grupo es de 1.241,32 euros, muy influenciada por las diferencias entre regímenes.

Régimen general frente al de autónomos

En el régimen general, los jubilados almerienses perciben 1.375,17 euros, pero quienes lo hacen desde el régimen de autónomos se quedan en 910,06 euros. La brecha refleja el tipo de tejido productivo predominante en la provincia: autónomos, empleo temporal y bases de cotización bajas.

También se percibe una anormalidad en la pensión por incapacidad permanente, que supera a la de viudedad: 1.114,65 euros de media en 11.233 prestaciones activas. En muchos casos, este tipo de pensiones está vinculado a patologías derivadas de actividades físicamente exigentes, comunes en sectores como la agricultura intensiva o la construcción.

En el ámbito nacional, el importe medio de las pensiones contributivas asciende a 1.311,04 euros, lo que deja a Almería 231 euros por debajo. En Andalucía, la media es de 1.177,33 euros, es decir, casi 100 euros más que la pensión almeriense.

Desequilibrio

También en términos relativos, Almería presenta un desequilibrio llamativo: representa el 6,99 % de las pensiones andaluzas, pero solo el 6,41 % del importe total percibido, lo que subraya la baja cuantía de las prestaciones en la provincia.

Todo esto responde a un marco laboral frágil. Almería ha mantenido durante años un modelo basado en la agricultura de exportación, el trabajo por cuenta propia y una elevada rotación de contratos. La consecuencia: carreras laborales más inestables y menores bases de cotización.

Este contexto penaliza especialmente a quienes han vivido en la precariedad laboral durante décadas. Y cuando llega el momento de la jubilación, o de sufrir la pérdida de un ser querido, los datos confirman que Almería es uno de los lugares donde menos se cobra.

Subidas puntuales del IPC o incrementos lineales no han servido para corregir la desigualdad estructural. Mientras las pensiones siguen creciendo en los grandes núcleos industriales del norte, la brecha territorial se consolida.

En Almería, las cifras dejan claro que el sistema no compensa las trayectorias laborales más duras. Y que los que menos tienen, como los viudos y huérfanos, siguen recibiendo menos incluso cuando la necesidad es mayor.

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