Almería

La prueba de la unidad mide la condición física de los legionarios

  • Con peso superior a 20 kilos, que incluye el armamento, los militares tienen que cubrir los 10 kilómetros en menos de 90 minutos

Todas las unidades de la Brigada de Infantería Ligera Rey Alfonso XIII de la Legión ha realizado ya la Prueba de la Unidad del año 2014, un test con el que se mide la condición física en conjunción con la operativa formando parte de la unidad de encuadramiento. La importancia de la instrucción física, así como de la preparación militar, es fundamental para los legionarios, de ahí que se hayan realizado numerosas revisiones y actualizaciones de la manera en que se evalúa la condición física del combatiente. Las antiguas Pruebas Anuales de Evaluación Física (PAEF) y el reciente Test General de Condición Física (TGCF) posibilitaron la medición de la preparación atlética de los efectivos, si bien faltaba la forma de evaluarla en conjunción con la condición operativa y, además, formando parte del colectivo, de la unidad de encuadramiento. La Prueba de la Unidad vino a cubrir esas carencias, de ahí que sea una práctica obligada para todos los legionarios, incluido el teniente coronel y el jefe de bandera, de los más veteranos hasta los más recientes, militares de 57 años y otros de sólo 18 codo con codo.

El test consiste en una marcha rápida realizada por una unidad al completo de sus efectivos y determina la Preparación Física Operativa (PFO) de la misma. Cada participante debe portar un equipo que no puede tener un peso inferior a 20 kilos, incluyendo armamento, cargadores y demás impedimenta propia del combatiente. La distancia a cubrir es de 10 kilómetros en un tiempo no superior a los 90 minutos. Tendrá la calificación de apta a la unidad que el 70% (con deducciones admisibles) de la misma la supera en el tiempo marcado. La norma que rige la prueba y para el cálculo de los tantos por ciento, el personal que no se encuentra operativo por cuestiones médicas u otras vicisitudes penaliza a la unidad. Por lo tanto, los resultados que se obtengan evalúan muchos aspectos como son la disponibilidad del personal y el estado de salud general, entre otros. De hecho, ese día no faltan aquellos legionarios convalecientes que han cumplido a rajatabla con las prescripciones facultativas para poder estar lo mejor posible ese día.

Todos sin excepción contribuyendo al éxito de su unidad: unos participando, otros como soporte sanitario, los que no han podido salir de la lesión cuidando, en improvisadas guarderías de Bandera, de los pequeños hijos de la Legión que no tienen a los abuelos cerca. El resultado final fue de 20 puntos por encima de los requisitos marcados para que la unidad sea declarada apta. Y es que la Legión está en forma.

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