Nuestra querida Plaza Vieja

Es la Plaza más antigua de Almería, está situada en pleno casco histórico y alberga una larga historia. Fue el antiguo zoco del arrabal de la Musalla en época musulmana y tras la conquista cristiana por los Reyes Católicos, se convirtió en la Plaza del Juego de las Cañas. En este lugar se construyeron las antiguas casas consistoriales en el siglo XVII, situadas antiguamente en la calle de la Almedina. La Plaza se configuró definitivamente como Plaza Porticada en el siglo XIX. Como curiosidad constatada, en ella se celebraron las primeras corridas de toros, siendo muy apropiada para estos festejos por su diseño de plaza con balcones donde se engalanaban con vistosos mantones de Manila, finalizando este uso, cuando se construyó la primera Plaza de Toros, “El Coso de Belén”, y ya en 1888 el Coso de Vilches, nuestra actual Plaza de Toros. Los orígenes de la Feria de Almería comenzaron también en la Plaza Vieja, como así lo indica el Cronista de la Historia de Almería el sacerdote D. José Ángel Tapia Garrido en su libro, “Almería Piedra a Piedra”. A partir de 1600 y en el mes de enero, se celebran ya los primeros Festejos en conmemoración de la aparición de la Virgen del Mar en Torre García. Se proclamarían estos Festejos como Fiestas Oficiales el 17 de septiembre de 1806, concediéndosele como Feria y Fiestas de la Virgen del Mar en agosto de cada año el 25 de septiembre de 1807. Los primeros Festejos Pre-Patronales, se celebraban en enero porque la Virgen del Mar fue expuesta al culto en los Dominicos a finales de enero de 1503, pero cuando se convirtieron en Fiestas Oficiales, cambiaron al mes de agosto porque el verano era mejor clima para el divertimento de la población.

Otras de las funciones que tuvo la Plaza Vieja fue la de mercado. De pasar a ser zoco musulmán, se convirtió en el primer mercado que tuvo Almería al aire libre, siendo a mediados del siglo XIX, con el diseño de la plaza porticada, cuando los comerciantes, pudieron proteger los productos en los soportales a modo de puestos o barracas. Pero este mercado era insuficiente e insalubre, por ello tras el derribo de las murallas en 1855, el ensanche hacia levante y el boom de la minería del hierro, la alta burguesía se enriquece y se instala en el antiguo Paseo del Príncipe. Será en 1893 cuando se construya el Mercado de Abastos para una población en crecimiento. Dicho mercado se enmarcó dentro de la Arquitectura del Hierro. Continuando con la historia de la Plaza, hay que subrayar que el edificio del Ayuntamiento, rehabilitado hace escasamente un año, que data de finales del siglo XIX y principios del XX, conserva sus raíces del siglo XVII, como así ha quedado constatado en sus muros interiores que han dejado al descubierto los muros primitivos de aquella época con el emblemático Vítor. La plaza porticada del año 1846 es obra del arquitecto Juan Bautista Domínguez, siendo ejecutada la monumental fachada del Ayuntamiento entre finales siglo XIX y principios del XX a cargo del arquitecto municipal Trinidad Cuartara Casinello. La Plaza ha recibido varias denominaciones a lo largo de su historia, Plaza de “Los Moros”, del “Juego de Las Cañas”, y en 1812 comenzó a llamarse Plaza de la Constitución, aunque popularmente se la conoce como “Plaza Vieja”. Es cerrada y porticada, siguiendo el diseño de otras plazas de España en el siglo XIX, aunque sin perder su “encanto especial”, su característica más importante. En su centro, se eleva la monumental columna de mármol de Macael, conocida popularmente como “Pingurucho a los Coloraos”, que recuerda a los liberales llegados a las Playas de Almería con casacas rojas (de ahí su nombre) para proclamar la libertad y la Constitución en contra del despotismo de Fernando VII, siendo fusilados 24 de ellos el 24 de agosto de 1824. El primitivo monumento ya estaba colocado en la Plaza Vieja en 1900, estaba rodeado de una verja. Derribado en 1943, se reconstruyó nuevamente en 1988. El antiguo era de piedra, y este es de mármol.La fachada norte de la Plaza, corresponde al “Convento de Clausura de las Claras”, presidiéndola el majestuoso cimborrio. Destacar que en la Plaza se encuentra “El Centro de Interpretación Patrimonial”, donde se recoge toda la historia de Almería de forma didáctica e interactiva en sus tres periodos fundamentales: Almería Musulmana, Cristiana y Contemporánea. Un lugar de visita obligada para el turista.

Una plaza tan histórica, necesitaba un lavado de cara adaptado a los nuevos tiempos y el pasado 12 de junio tras un periodo de reforma, La Plaza Vieja ya podía ser disfrutada por todos los almerienses. Una reforma que ha sido ejecutada por la empresa “Albaida Infraestructuras”, siguiendo el proyecto del estudio “Ordaz Arquitectura”. En su diseño se han respetado los ficus que rodean a todo el perímetro de la Plaza y el monumento a “Los Coloraos” que la preside. El pavimento es de baldosa de Travertino de Almería, de la cantera de Cristóbal Flores, que es muy resistente. Es como “un Tapiz Pétreo” que simula el emblema de Almería, el Sol de Villalán y mal conocido hasta ahora como “Sol de Portocarrero”.

El nuevo mobiliario urbano está formado por bancos de piedra que se integran en el diseño de la Plaza junto a las jardineras colocadas. En ellas se han plantado una variada vegetación ornamental para dar colorido. La iluminación proyectada, la dotan de una gran belleza nocturna: con luz para el suelo, para las fachadas de los edificios y para las galerías de los soportales. Además se ha dotado de luces LED a bancos y alcorques que aportan luz ambiental bajo los árboles, creando un ambiente nocturno a la Plaza íntimo y agradable. Destacar que se han reforzado la estructura de las pilastras de todo el pórtico de la Plaza, sustituyendo las antiguas chapas de acero por otros materiales más adecuados. En definitiva, una Plaza que se acoge a la funcionalidad de los nuevos tiempos sin perder su particular singularidad. Desde estas líneas deseamos que almerienses y visitantes hagan de esta Plaza su punto de encuentro, donde las actividades nunca falten como elemento dinamizador. Por ello: ¡LARGA VIDA A NUESTRA PLAZA VIEJA!