Almería

La voz de terciopelo

  • Paquita Sánchez de la Higuera fue una de las artistas más destacadas de los años 50, 60 y 70 junto a su hermano

Paquita Sánchez de la Higuera ha sido quizás la cantante almeriense más destacada por su elegancia interpretativa entre los años finales de los 50, 60 y 70. Su estilo tan personal le valió el calificativo de La Voz de Terciopelo, divulgado por la radiodifusión almeriense en aquellas décadas. Con su hermano Cristo Sánchez de la Higuera, dotado de unas facultades musicales extraordinarias como instrumentistas, y la voz prodigiosa de Paquita, formaron un dúo que les valió el respeto de un público muy exigente en aquella época.

Ven a mí, con música de Cristo Sánchez de la Higuera y letra de Manuel del Águila fue defendida por Paquita con el acompañamiento a la batería de su hermano Cristo y el piano de Rafael Barco en el I Festival de la Canción de Almería celebrado en el año 1960 y antesala diez años mas tarde del denominado Festival Internacional de la Costa del Sol de Almería logrando el Primer Premio. En los inicios de la década de los sesenta ya estaban consagradas las composiciones e interpretaciones al piano de Cristo Sánchez y la voz de su hermana. Canciones como Cristiana Mora, Camino sin luz, de Santiago Frías y Ángel Barceló; Dicen, Cuéntame...; entre otras, eran muy conocidas por los almerienses de aquellos años.

Pero la trayectoria personal y la lucha por cantar de Paquita la situó en una etapa muy difícil para una mujer en el periodo franquista. Con 14 años colaboraba en el negocio de sus padres, un establecimiento dedicado a la música ubicado en el Paseo de Almería. Era una gran admiradora de Gloria Lasso. Su padre, reconocido pianista y director de orquesta, José Sánchez de la Higuera, aparte de ayudarle en su formación musical de solfeo y piano no influyó en su estilo de cantar. Tenía unas facultades extraordinarias, oía una canción, la escuchaba varias veces y la interpretaba a su manera. Tuvo que librar una dura batalla para convencer a sus padres.

Esa fue la razón por la que la identidad de Paquita y de Cristo aparecían silenciadas bajo el pseudónimo de La voz de terciopelo y El pianista del antifaz en sus conciertos en emisiones radiofónicas. El programa, de canciones dedicadas, ocultaba a los oyentes el nombre de los artistas ya que si se desvelaba la identidad del pianista inmediatamente se le relacionaría con Paquita. Fue en 1960, tras ganar el I Festival de la Canción de Almería, cuando a partir de ese triunfo. Ambos hermanos se quitaron la máscara.

Son inolvidables las galas en La Granja Balear la sala de fiestas por excelencia en Almería, El Café Colón, El Casino de Dalías, "las matinés" del Teatro Cervantes y del Teatro Apolo, con el Trío Michoacán, Gladys, al que le siguieron actuaciones en Marruecos, el Casino de Larache, Tánger, Agadir; en el Hotel Europa... Entonces eran los escenarios desde donde Paquita Sánchez y su hermano dieron a conocer sus canciones además de un amplio repertorio de música hispanoamericana. Más adelante en la Berguerie, Francia, La Junquera, Salses (Barcelona), Banyuls y otros muchos lugares, mostraron su acusada personalidad para comunicar desde el escenario y siempre una gran capacidad para la improvisación cuando el público les requería las canciones del momento.

En 1950 abandonó temporalmente la música. Entonces La Granja Balear le rindió un homenaje por toda su trayectoria. Los sesenta le dieron el triunfo con la canción Ven a mí. Tras una etapa de descanso, Paquita reapareció en los años 70 -aunque nunca abandonó la música del todo- con la grabación de un disco con el nombre artístico de Lorena Castro. Hambre y Celosa fueron las dos canciones seleccionadas. Paquita Sánchez asegura que la música es toda su vida y que no hubiera concebido la vida sin ella.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios