El emprendedor que desafía la despoblación desde Almócita con huevos camperos y aceite ecológico

En Almería, el riesgo de despoblación afecta a dos de cada tres municipios. De los 103 que componen la provincia, 70 tienen menos de 3.000 habitantes. La Alpujarra almeriense es uno de los territorios más afectados: 19 de sus pueblos han perdido población de forma significativa en los últimos veinte años.

Pero Almócita desafía esta tendencia. Con poco más de 200 vecinos, ha logrado aumentar su población alrededor de un 25%.

Uno de los impulsores de este cambio es Víctor Compán que, tras residir un tiempo en Almería, volvió para abrir su propio negocio: una granja de gallinas camperas. “Creo que emprender es el camino para frenar la despoblación, pero es fundamental que la sociedad apueste por ello y que las instituciones lo respalden”, apunta Compán, que hace cinco años materializó su proyecto en este entorno rural.

En plena naturaleza y rodeadas de montañas, sus 2.500 gallinas viven en libertad, produciendo unos 2.200 huevos diarios. El entorno, sin estrés ni ruido, se ha diseñado para favorecer su bienestar: 30 higueras y 350 olivos centenarios ofrecen sombra y protección frente a animales salvajes. A su vez, las gallinas fertilizan de forma natural los olivos, permitiendo obtener alrededor de 1.500 litros de aceite ecológico cada año. Una práctica que se alinea con el modelo de economía circular que promueve la Unión Europea.

“Cuando empecé, la gente miraba muchísimo el precio. Ahora valoran más el producto de cercanía, la calidad y el sabor”, nos cuenta Compán, con el convencimiento de que la transición hacia un modelo más sostenible de la mano del mundo rural no es solo posible, sino necesaria.

Una granja sostenible y rentable con el apoyo europeo

Víctor transformó un terreno en una explotación viable y comprometida con el entorno. Su primera decisión fue alimentar a sus gallinas con vegetales desechados por agricultores locales, que tradicionalmente se quemaban tras la cosecha. Esta fue la primera piedra de una granja que hoy es más sostenible y rentable gracias al apoyo del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural, FEADER.

¿Cómo ha influido el apoyo europeo en el desarrollo de tu proyecto?

“Sin este respaldo, no creo que este proyecto hubiese sido posible tal y como es. Pudimos hacer una granja con mejor equipamiento y eso ha dado una mayor rentabilidad al negocio. Además, me ha permitido incrementar el bienestar de las gallinas, ofreciendo un producto de mucha mejor calidad”, comenta Compán.

“Con el FEADER instalamos mejor equipamiento y obtuvimos más rentabilidad y calidad”

¿Qué metas te has marcado a medio plazo?

“Me gustaría poder hacer una ampliación, así como acondicionarla para visitas para que la gente pueda venir directamente a comprar mis productos. También estoy intentando diversificar la venta. Ahora vendo magdalenas que producimos con los huevos más pequeños que no se comercializan y me gustaría añadir higo. Además, quiero crecer para poder incorporar a otra persona y, por supuesto, hacer la marca más grande”, remata Víctor.

Cinco ideas de Víctor para aquellos que se plateen acceder a fondos europeos

1. Tener una idea acorde al medio en el que nos encontramos.
2. Tener una propuesta bien preparada.
3. Preparar un plan de rentabilidad coherente y realista.
4. Contar con una buena asesoría técnica a la hora de gestionar las ayudas.
5. Asegurar una buena planificación y ejecución de las ayudas obtenidas.

Más información en la web de la Representación de la Comisión Europea en España.