El Almería deja en Girona unos cuantos fantasmas por el camino. El triunfo por la mínima con gol de Sadiq, quién si no, permite a los rojiblancos asaltar por fin la ansiada zona de ascenso directo y además otorga a José Gomes la satisfacción personal de vencer a la cuarta su primer enfrentamiento en el particular duelo con Francisco, técnico que marcó su debut al frente del cuadro indálico en el pasado play-off de ascenso.   

Le costaba a este Almería hincarle el diente a rivales directos llamados al inicio de temporada a luchar por objetivos compartidos. En Montilivi los de Gomes entraron bien al terreno de juego, con un Morlanes imperial dibujando pases en profundidad desde la sala de máquinas, pero el equipo pronto fue de más a menos. 

El primer cuarto de hora de juego, no obstante, fue de dominio visitante. Gomes optó por darle entrada en el once a Robertone en lugar de Aketxe y a Maras por Ivanildo, amén del obligado cambio de Buñuel por el sancionado Balliú. El resultado de partida fue un cambio táctico, saliendo de inicio con un esquema 1-4-3-3 que en realidad sobre el campo pareció más bien un 1-4-1-2-3, ya que Samú Costa ejerció de pivote posicional flanqueado por Morlanes, encargado de darle fluidez al balón, y Robertone, que estuvo bastante desdibujado. El argentino tenía la encomienda de ayudar a presionar la salida de balón rival, pero tuvo muy poco protagonismo en la creación y tampoco se ofreció a los compañeros como se espera de él.

En los primeros compases Lazo tuvo a su disposición una auténtica autovía por el carril zurdo, donde Yan Couto se veía desbordado cada vez que el gaditano intentó acometer por su banda. A los cinco minutos de juego recibió un gran pase en profundidad de Morlanes con opción para meterse hasta la cocina, pero optó por centrar al área y una acción de aparente peligro quedaba así desactivada.

El centrocampista maño se gustaba y a los pocos minutos trazaba otro envío milimétrico para dejar solo a Sadiq que, perseguido por Juanpe en la carrera, no supo definir con acierto ante la salida de Juan Carlos, que tapó bien portería. El Almería parecía tener el partido controlado, pero poco a poco, de forma casi imperceptible, fue cediéndoselo a los hombres de Francisco.

El cuadro gerundense supo leer el paso atrás del almeriense para aproximarse al área de Makaridze, teniendo un cabezazo de Terrats detenido por el meta georgiano cuando Stuani tal vez estuviera en mejor posición de remate y una gran ocasión para Bárcenas, cuyo disparo desde la frontal tras colarse por un agujero en el eje de la zaga lo desviaba Makaridze con aprietos. 

A esas alturas de partido Samú Costa ya estaba condicionado por su duodécima amarilla de la temporada, en esta ocasión bastante clara por sacar el brazo en un salto con Stuani. El portugués tuvo la noche 'tonta' y se le vio más fallón en la entrega de lo acostumbrado. 

Pese al evidente bajón en el rendimiento colectivo, el Almería pudo haberse marchado al descanso con ventaja en el marcador, pero Iglesias Villanueva, que ya negó un claro gol de Sadiq en Leganés, esta vez se desentendía de un posible penalti cometido por Cristóforo sobre el nigeriano. El contacto existió y faltaba precisar si la acción se había producido dentro o fuera del área, pero el colegiado gallego ni se molestó en revisar las imágenes por el VAR. 

Corpas disputa con Bárcenas un balón aéreo

En la segunda mitad el Almería supo recuperar el mando de la situación pese a verse nuevamente condicionado por una tempranera amarilla a Morlanes que dejaba a los dos mediocentros amonestados. Primero avisó con un disparo de Aitor Buñuel que se marchaba excesivamente alto con todo el arco a su disposición.

Esta vez Gomes optó por darle más minutos a Brian, cuyo concurso sustituyendo a Lazo iba a resultar determinante, ya que el uruguayo asistió a Umar Sadiq en la acción que el nigeriano transformaba en el tanto de la victoria, no sin la incertidumbre de estar tres minutos esperando a que el VAR trazase la línea por un posible fuera de juego que finalmente no resultó ser. 

Restaban veinte minutos por delante y Francisco puso toda la carne en el asador para restablecer la igualada, si bien el Almería dispuso en las botas de Corpas de una ocasión para abrir brecha en el marcador que Juan Carlos supo atajar. 

Los gerundenses no bajaron los brazos y en la recta final pudieron lograr el tanto del empate. Lo acarició Stuani con un disparo que se marchaba rozando el poste y un cabezazo detenido por Makaridze y Monchu también probó fortuna con un fuerte disparo desde fuera del área que se iba desviado. En el prolongado descuento de siete minutos Bernardo agredía al recién ingresado Villar, resultando expulsado con roja directa y diluyendo así la acometida final local.