RUGBY | División de Honor B

Duro correctivo del Liceo Francés al URA (14-67)

  • Los cruzados, anclados todavía en la derrota de la semana anterior por bajas y mentalidad

Melé en el Juan Rojas

Melé en el Juan Rojas / Paco Alonso (Almería)

El arte de anular los puntos fuertes del adversario y de hacer sencillo lo que tú tienes muy interiorizado. Así de fácil se llevó Liceo Francés la victoria del Juan Rojas, siendo muy superior a URA y logrando un marcador que hacía mucho tiempo que no se veía en contra de los cruzados. Anclados en el aspecto mental por lo ocurrido una semana antes, y con tres bajas de habituales titulares, no fueron rival para los madrileños salvo en unos minutos de espejismo pasados ya tres cuartos de partido. Fue cuando sí, por fin, sacaron su superioridad en melé para, a partir de ahí ensayar dos veces seguidas. Fue eso sin más, un espejismo, porque Liceo Francés después les masacró corriendo.

Horrible partido en touche, perdiendo todas excepto dos, sin imponerse en melé o sin poder jugarlas, con serias lagunas de juego en ataque, sufriendo también en defensa el buen hacer de Liceo. URA retrasó su particular noche de Halloween y no sobrevivió a una pesadilla de encuentro, casualmente el de mayor afluencia de afición y contando con el arropo de la alcaldesa y del concejal de Deportes. Así, lo mejor fue la grada, sin dejar de apoyar a los suyos en ningún momento y reconociendo a el buen desempeño del equipo visitante. Se va ahora a una parada de una semana, que será para todos, y después hay que volver cambiando el chip y dejando olvidado el Ciudad de Málaga.

Se comenzó el partido con dominio de Liceo Francés, pero con concentración de URA en defensa para recuperar balones y buscar proyectarse. La primera melé, a favor, fue ‘injugable’, y la segunda derivó en un golpe de castigo a favor, pero no se sacó nada y tocó aguantar la presión visitante muy arriba. Los primeros errores empezaron a verse y a lamentarse, con algún balón que se escurría, mientras que los madrileños dieron el paso adelante confiando en su touche. Una gran patada y saque lateral dentro de diez metros… y ensayo tras buscar maul y acumular fases. No llegó las transformación y el 0-5 era un aviso de lo que iba a suceder en adelante.

Curiosamente, URA sacó cosas positivas de todas las patadas de salida que efectuó, pero sin provecho alguno ni siquiera en melé. Otra vez sin poder jugarla, a la segunda otro golpe, y por fin una touche en diez metros. Sin embargo, ahí empezó a verse que no era el día. Se perdieron (casi) todas las lanzadas, mientras que Liceo Francés supo sacarlas adelante con mucha seguridad. Los madrileños, entre el error de los cruzados y su falta de fe, sacaron provecho de los errores almerienses. Erran un golpe a palos y el marcador no se movió en el minuto 13, pero en el 16, tras melé perdida y un buen placaje por banda que ocasionó touche a favor, se jugó mal y llegó el segundo try.

Llegó el 0-12 y los cruzados seguían sin entrar en escena. Se volvió a ganar la patada de salida, con golpe a favor, pero nada. Solo con patadas a touche y buena ejecución, Liceo vivió tranquilo e hizo sangre en la herida abierta. A la media hora llegó otro golpe a palos, esta vez no perdonada para el 0-15, se produjo una pérdida absurda de balón y el agujero se agrandó con otra touche que derivó en ensayo en el minuto 21. Era ya un 0-22 doloroso, sin capacidad de reacción, buscando más el descanso para que no se sufriera más daño. Quedó más, a raíz de otra pérdida y en el minuto 37 cayó ya el 0-29 con el que finalmente, y por fin, se ganó el túnel de vestuarios.

Antes, se jugó una touche positiva, pero no fue nada más que una anécdota más, que no derivó en una mejora en la segunda parte. De hecho, al poco de comenzar y en el primer saque lateral se erró una vez más y se puso en bandeja otro try más de Liceo, serio en todo momento y sin concesiones. Nada menos que un 0-36 en el marcador y pésimas sensaciones, el equipo tiró de orgullo y no arrojó la toalla. Encontró por fin su superioridad en melé, y a la segunda intentona se entró en la cocina y se hizo el try del honor. Animó la jugada a los de Quintana, que em la siguiente melé, muy alejada, otra vez encontraron el camino al ensayo por una arrancada y asistencia de Pocho.

El que anotó bajo palos fue Mani Lamboglia, y se elevó el 14-36, con posesión para ir a por más, pero Liceo Francés cortó rápido con, como no, otra patada en recuperación y saque efectivo de touche para ensayar y arruinar las esperanzas. Quintana movió el banquillo, dio paso a los jóvenes y se ganó el final del partido tras unas carreras desde el ala letales para ampliar la renta, hasta el resultado final de 14-67 al que la afición no solo no se rindió, sino que supo manejar para el aplauso a los unos y a los otros. Claro que no era el día, muy bien hecho además por parte del adversario, puro rugby desde una grada que dio una lección y que supo valorar todo lo ocurrido sobre el campo.

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