La llamada telefónica sorprendió a Marrero porque no conocía el número y la hora, las dos de la tarde, era propicia para algún vendedor. Sin embargo, cuando escuchó que le llamaba un periódico de Almería, esa ciudad en la que tan buenos momentos deportivos vivió, su voz transmitía alegría e ilusión. Juan Marrero, doce años después de su última visita a la ciudad con el Cacereño, regresa este domingo con el Arroyo, equipo extremeño que ahora mismo entrena.

Marrero fue uno de esos futbolistas del Almería Club de Fútbol que logró el ascenso a Segunda en la temporada 1994-95, uno de aquellos héroes que hizo vibrar a toda la ciudad con la victoria en Paterna y que se vio beneficiado del empate del Beasaín en Ferrol. Su nombre está unido inevitablemente a los Luna, Cudi, Diego, Sousa, Toñeca... "Pasé allí dos años maravillososo, sobre todo el primero con el ascenso", recuerda el exjugador que prácticamente revivió con la llamada de este diario su experiencia en el Club de Fútbol: "Recuerdo el Franco Navarro lleno a reventar, a una afición tremenda, aquella promoción y la mágica victoria en Valencia... La afición nos veía por la calle y nos daba ánimos. En Almería viví mis mejores como profesional, tengo muchas ganas de volver".

Hace ahora doce años que se produjo su última visita a Almería, cuando tuvo que jugar un partido liguero con el Cacereño ante el Poli Almería. Sabe que se va a encontrar una ciudad que prácticamente no va a reconocer. "No conozco las nuevas instalaciones. Mis últimos recuerdos son del Franco Navarro, que creo que ahora se llama Juan Rojas. Tengo ganas de ver los cambios que ha sufrido la ciudad y ver los sitios que recuerdo", indica con sentimiento de gratitud. Lo curioso es que se va a enfrentar al Almería B, un proyecto que ni podía imaginarse él que se iba a conseguir cuando defendía los colores rojiblancos: "La estructurua del club no tiene nada que ver. El Almería ha acertado reforzando la cantera y fortaleciendo sus bases. El filial hace el mejor fútbol de toda la Segunda B, son los mejores futbolistas de esa edad", alaba el técnico del Arroyo.

Aunque no guarda ningún amigo en concreto en Almería, de su estancia en el club sí que dejó muchos por toda España. "La distancia hace el olvido y no recuerdo ahora tampoco a nadie de Almería. Pero por ejemplo el otro día en Melilla sí que estuve con Redondo, que jugó conmigo en el Almería. Nos dimos un fuerte abrazo y recordamos aquellas vivencias", finaliza encantando Juan Marrero.