Para el Málaga no existe la crisis. Los boquerones han encontrado en Abdullah Bin-Nasser Al-Thani a su particular genio de la lámpara que cumple todos los deseos del secretario técnico. En el verano, ya derrochó petrodólares a mansalva; en el invierno, Baptista, Demichelis, Maresca, Camacho, Asenjo y Caballero no han venido precisamente gratis. Tampoco lo hizo en su momento Pellegrini ni se marchó sin cobrar Jesualdo Ferreira. Si el jeque algún día se cansa, el agujero negro en la parcela económica que va a dejar va a ser sinónimo de desaparición. Mientras tanto, el técnico chileno trata de enganchar unas piezas que no están bien engrasadas: Asenjo se perderá el resto de temporada al recaer de la rodilla, Baptista estará un mes alejado de los terrenos de juego, para Maresca los años no pasan en balde...  Al final los de siempre son los que tienen que tratar de sacar las castañas del fuego.

CON BALÓN. El Málaga no está diseñado para tener el esférico. Al equipo de Pellegrini, como ya pasaba con Jesualdo Ferreira, le gusta robar el balón y montar contraataques asesinos. La aparición del canterano Portillo, que hoy no estará por unas molestias físicas, y la recuperación de Sebas Fernández, un habilidoso mediapunta que tiene un gran instinto goleador, han reforzado a un equipo que con Recio y Camacho ha ganado en trabajo defensivo.

SIN BALÓN. Lo cierto es que defensivamente, el Málaga ha mejorado. La buena colocación de Weligton unida a la contundencia de Demichelis provocan que el centro de la defensa sea un candado difícil de superar. Sin embargo, en velocidad fallan estos dos jugadores. Por las bandas, Manolo Gaspar ha suplido en el lateral derecho a un Jesús Gámez que es el buque insignia de este equipo, mientras que en la zurda Eliseu ha retrasado su posición y ahora tiene más campo. Los malacitanos suelen esperan bien metidos en su terreno de juego, descolgando siempre a dos jugadores en busca de la velocidad. Cuando el partido se les pone de frente, renuncian totalmente al balón y buscan el juego directo a un Rondón encargado de bajarlas de espaldas y aguantarlas. Además, el jugador sudamericano también es un especialista en buscarle las espaldas a la defensa y aprovechar los huecos entre líneas, como ya demostró en la primera vuelta en Almería.

LO MEJOR. La velocidad y la pegada de este equipo. Además de la exquisita calidad de Apoño y de Duda, que anda lesionado, el Málaga es un auténtico peligro a la contra. Las carreras por la banda de Eliseu, el uno contra uno de Sebas Fernández y los cabezazos de Rondón, son algunas de las armas utilizadas por Pellegrini.

LO PEOR. Bajas importantes. Baptista, pese a su edad, tiene una potencia descomunal apareciendo desde atrás; Portillo es un extremo de recorrido y ayuda al centro del campo; Duda tiene un guante en su pierna zurda.